Tambores de guerra del sindicalismo contra Milei: 'Para cerrar las aerolíneas tendrá que matarnos'

El gremialista agregó que "si (Milei) nos quiere meter en cana (preso, en argot argentino) o abolir el derecho de huelga o perseguirnos, será como el expresidente peruano Alberto Fujimori y terminará en cana".

Así empiezan a sonar los tambores de guerra en el sindicalismo de Argentina, tras el anuncio del presidente electo, el ultraderechista Javier Milei, de poner a la venta la línea aérea y otras empresas estatales, recortes de derechos laborales y freno a la obra pública.

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Milei, un outsider de la política, ultraneoliberal en economía, construyó su carrera en tiempo récord y en la segunda vuelta de las presidenciales infligió una paliza inédita al peronismo con casi 56% de votos. Es el segundo más votado en la historia de Argentina, detrás del líder popular y tres veces presidente Juan Domingo Perón.

Llegará a la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre. Ya confirmó que acometerá a fondo su 'plan motosierra' de poda del Estado y ajuste fiscal. Entre otras, privatizará la petrolera YPF, los ferrocarriles, el agua, y los cohetes aeroespaciales. Hasta puso en duda que, en diciembre, pueda desembolsar la paga extraordinaria a los funcionarios públicos porque "no hay plata".

A la vez, adelantó que no permitirá disturbios en las protestas. "Estamos trabajando –sostuvo- para mantener el orden en las calles". "El Estado se encarga de la seguridad y la Justicia. Cuando hay un delito, se reprime. Acá la ley se va a cumplir", avisó

Alerta en los sindicatos

La reacción de la Confederación General del Trabajo, la central obrera más numerosa del país y de tendencia política peronista, no tardó en llegar: "¡Ni un paso atrás!", ha sido la consigna.

Argentina tiene los sindicatos con más afiliados de Latinoamérica. Desde la restauración de la democracia en 1983, la CGT convocó a 42 huelgas generales. Cada presidente cosechó lo suyo: Raúl Alfonsín, 13; Carlos Menem, 8; Fernando De la Rúa, 8; Eduardo Duhalde, 2; Néstor Kirchner, 1; Cristina Kirchner, 5; Mauricio Macri, 5; Alberto Fernández, ninguno.

La CGT congregó días atrás a los 23 secretarios generales de sindicatos en una cumbre de urgencia. Allí confesó su "profunda preocupación" ante los proyectos de Milei. Y afirmó que mantendrá "la guardia alta" por lo que pueda ocurrir.

De todos modos, previno que "nadie que integra el consejo directivo de la CGT o conduce un gremio se pintará la cara antes de tiempo". Pero aseguró que vigilará "si se perjudican los puestos de trabajo, el ingreso familiar y los derechos sociolaborales conquistados".

Héctor Daer, jefe de la CGT, enfatizó ante la prensa que la central "no dará ni un paso atrás en la defensa de los derechos de los trabajadores". Y advirtió por los despidos si se frena la obra pública, que "es un motor de desarrollo e incorporación a la formalidad".

Además, replicó a Mauricio Macri, expresidente (2015-2019), ahora aliado de Milei, quien amenazó con que "los jóvenes saldrán a las calles si los orcos (peronistas) hacen desmanes o tiran toneladas de piedra" en manifestaciones de protesta.

"Macri impone un criterio de venganza que hay que borrar de la sociedad", replicó Daer.

Diálogo con el gobierno

Otros jefes de la CGT, sin embargo, se mostraron cautos y optaron por no acelerar hacia la confrontación. Incluso el mismísimo Biró se arrepintió de su explosivo "nos van a tener que matar" y admitió que "fue una frase poco feliz".

Sergio Sasia, titular de la Unión Ferroviaria (UF), quiso echar paños fríos al sostener que "el movimiento obrero siempre fue y será propenso al diálogo". Y afirmó que espera un llamado del próximo gobierno, porque "aún no hubo contacto".

El secretario de los empleados estatales en el sindicato UPCN, Andrés Rodríguez, dijo que "en la medida en que el nuevo gobierno quiera dialogar en busca de consensos, bienvenido sea". Y aseguró que los gremialistas "tenemos que garantizar la gobernabilidad".

Mientras, los trabajadores estatales, de la prensa y de carreteras comenzaron asambleas masivas y debaten los pasos a seguir, ante la probable caída de puestos de trabajo en cada una de las actividades. Milei avisó que venderá Canal 7, radio Nacional y la agencia Telam (equivalentes a TVE, RNE y Efe).