Cuando era candidato presidencial, Javier Milei prometía que el ‘plan motosierra’ de recorte de la economía "lo va a pagar la casta política y sus curros (negociados)". Ahora que es el nuevo Presidente de Argentina, en cambio, ha asegurado que "lo va a pagar el Estado".
Finalmente, ayer martes se supo que ni uno ni otro lo pagará, ni los políticos ni los altos funcionaros. El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un "ajuste de shock", ortodoxo, de la economía que recae, sobre todo, en los argentinos de a pie.
Una broma de humor negro circula estos días entre muchos argentinos. "¿De qué lado de la motosierra estás? ¿Del mango o de la cuchilla?", se preguntan entre risillas de nervios y angustias.
El primer corte alcanza a los jubilados, que ya cobran pensiones miserables inferiores a 100 euros. El Gobierno de Milei intentará regular la subida de las mismas. Será a criterio discrecional del presidente en vez de seguir a la zaga el IPZ, ahora de 142,7% anual.
Aunque Milei se jacta de ser anarcocapitalismo libertario y abomina del Estado y los gravámenes, tratará de aumentar los impuestos a la renta –aquí llamados ganancias- y al patrimonio –bienes personales- que habían sido reducidos en el último año.
"Los precios (de alimentos) han aumentado casi 100% en las últimas semanas", admitió el titular de Hacienda y no obstante, vaticinó que tras sus medidas "vamos a estar peor, particularmente en inflación". Eso sí, justificó su sombrío pronóstico con el dicho "es preferible decir una verdad incómoda que una mentira confortable".
Desde la investidura de Milei, el domingo pasado, Argentina llevaba 48 horas aguardando el mensaje del ministro de Economía con altísima expectación. Caputo rehusó exponerse en conferencia de prensa y sólo grabó un mensaje emitido por televisión.
La megadevaluación del peso argentino alcanza al 55%, pues el valor del dólar se eleva de 366 a 800 pesos por unidad, anunció el ministro. Se descuenta que ello disparará aún más los precios de los alimentos y otros productos de consumo masivo.
Pese a que Milei siempre dijo que los impuestos "son un robo del Estado", su ministro de Economía anticipó el establecimiento de nuevos impuestos a la industria, en sus importaciones y exportaciones.
Además, cancela la obra pública en ejecución, "la harán –dijo- los privados"; recorta "al mínimo" la transferencia de fondos estatales a las provincias, muchas de ellas con economías insostenibles; y acaba con los subsidios a la energía y el transporte público.
A la vez, reduce los Ministerios nacionales de 19 a 9 y las Secretarías de 106 a 54, suspende los anuncios publicitarios oficiales en la prensa, y revoca las incorporaciones de empleados al Estado que hayan ingresado en 2023.
En Argentina se calcula que hay 3,5 millones de empleados públicos entre el Estado nacional, provincias y municipios. Muchos de ellos, no son fijos de plantilla, sino contratos renovados cada año.
Caputo no hizo ninguna mención a los ingresos de la gente, los salarios que seguramente perderán poder adquisitivo a raíz de la megadevaluación del peso y la estampida inflacionaria.
La única medida en ese sentido establecida por el ministro ha sido la mejora de los subsidios estatales a las madres pobres –asignación universal por hijo- y a las personas carenciadas –tarjeta alimentar-, en un 100% y 50%, respectivamente.
Reacciones a las medidas
"Este paquete de urgencia busca neutralizar la crisis y ordenar las variables económicas", explicó el funcionario y advirtió que si los argentinos "seguimos como estábamos vamos indefectiblemente hacia una hiperinflación. Nuestra misión es evitar esa catástrofe".
Mientras los argentinos se enteraron del ataque al bolsillo, el presidente Javier Milei participó en un acto de la comunidad judía en celebración de la fiesta Hanukkah de esa religión. "Las fuerzas del cielo van a apoyar a Argentina y a Israel en este momento", se entusiasmó.
La Unidad Piquetera, una agrupación de izquierda extraparlamentaria, reaccionó convocando a un "paro activo" el miércoles 20 de diciembre en la plaza de Mayo, como respuesta al ajuste anunciado por el Gobierno y que calificó como "un Rodrigazo" para los trabajadores.
Celestino Rodrigo fue ministro de Economía en 1975, durante el Gobierno de la Presidente "Isabelita" viuda de Perón. Es recordado por haber aplicado un severo plan de ajuste económico, similar al de Milei y Caputo, que derivó en una carrera de hiperinflación.
Juan Grabois, ex precandidato presidencial por la coalición Unión por la Patria (UxP) y dirigente social, opinó que Caputo anunció "un asesinato social sin inmutarse, como un psicópata a punto de masacrar a sus víctimas indefensas".
En Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) apoyó "estas audaces acciones iniciales" de Argentina que "apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas y el régimen cambiario".
Kristalina Georgieva, titular del FMI, posteó en X (ex Twiteer): "Acojo con benéplacito las medidas" anunciadas en Buenos Aires y consideró que son "un paso importante hacia el restablecimiento de la estabilidad y la reconstrucción del potencial económico del país".