Nancy Pelosi, quien fuera presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha instado al FBI a llevar a cabo una investigación sobre la financiación de los grupos pro-Palestina que organizan protestas en el país norteamericano para exigir un alto el fuego, acusándolos de tener supuestamente vínculos con Rusia.
Durante una entrevista con la cadena de televisión estadounidense CNN, Pelosi fue cuestionada sobre si la oposición a la política del presidente Joe Biden en la guerra de Gaza podría perjudicar al Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre.
En respuesta, la expresidenta fue firme al señalar a ciertos manifestantes pro-Palestina, acusándolos de haber recibido algún tipo de respaldo proveniente de Rusia, aunque no aportó ninguna prueba que sostuviera dicha afirmación.
"Creo que algunos de estos manifestantes son espontáneos, orgánicos y sinceros. Algunos creo que están conectados con Rusia. Debería investigarse cierta financiación y quiero pedir al FBI que lo investigue", señaló en la conversación con la cadena estadounidense.
Y añadió que un alto el fuego es el mensaje que defiende el presidente ruso Vladímir Putin: “No se equivoquen, esto está directamente relacionado con lo que a él [refiriéndose al mandatario ruso] le gustaría ver”.
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Pelosi, que fue elegida presidenta de la Cámara de Representantes por primera vez en 2007 y de nuevo en 2019, lideró a los demócratas en este organismo durante 20 años antes de dar un paso al lado. Aun así, sigue siendo una voz influyente entre los demócratas del Congreso. Pelosi es la primera legisladora estadounidense prominente que acusa al líder ruso de respaldar a los manifestantes que piden un alto el fuego.
El Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidense (CAIR por sus siglas en inglés) tachó sus comentarios de “calumnias infundadas” y denunció que esas declaraciones equivalían a una deshumanización del pueblo palestino. "Es inconcebible que una persona con tanta influencia en este país difunda calumnias infundadas contra quienes buscan el fin de la matanza de civiles en Gaza y una solución justa al conflicto", declaró Ibrahim Hooper, portavoz de CAIR.
Recientemente, han estallado protestas en todo Estados Unidos, desde manifestaciones cerca de aeropuertos y puentes en Nueva York y Los Ángeles hasta vigilias frente a la Casa Blanca y marchas en Washington. Los manifestantes también han interrumpido discursos y actos de Biden.
Estas protestas, informa Reuters, han sido organizadas por diversos grupos de derechos humanos, judíos y activistas contra la guerra. La representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez señaló durante la jornada de ayer que la oposición de muchas personas a la guerra de Gaza se basa en la “pérdida indiscriminada de vidas” de la región.
"Creo que lo que estamos viendo ahora mismo en todo el país es que los jóvenes están horrorizados por la violencia y la pérdida indiscriminada de vidas", dijo a NBC News al ser preguntada por las protestas contra la política de Biden en Gaza.
La ONU ha reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, aunque Washington ha vetado varias resoluciones del Consejo de Seguridad que hacían tales llamamientos. EEUU ha argumentado que un cese de las hostilidades permitiría a grupo islamista palestino Hamás, que gobierna en Gaza, reagruparse y reconstruirse.
El Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas, con sede en La Haya, señaló el pasado viernes que ve “indicios” de genocidio de Israel en Gaza, aunque pidió más información para tomar una decisión definitiva después de las medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica en una denuncia contra Israel.
Asimismo, la corte instó a Israel a adoptar "todas las medidas a su disposición" para prevenir y sancionar todos los actos contemplados en la Convención sobre el Genocidio de 1948, así como a emprender acciones concretas para mejorar la situación humanitaria de la Franja. El ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre dejó 1.200 fallecidos y el posterior asalto israelí a la Franja de Gaza ha supuesto la pérdida de más de 26.000 palestinos, según los recuentos del Ministerio de Sanidad de Gaza.