Dina Boluarte: acorralada por el 'caso Rolex'.

Dina Boluarte: acorralada por el 'caso Rolex'. Arte EE / EP

América

El vía crucis de Dina Boluarte: sin respaldo social y acorralada por el escándalo de sus Rolex

Abonada a las protestas y las polémicas desde el inicio de su mandato, la presidenta de Perú suma otra nueva polémica con el registro de su vivienda.

31 marzo, 2024 04:10

"Solicito un tiempo valioso para rescatar a nuestro país de la corrupción y el desgobierno, y, por ello, mi primera medida será enfrentar a la corrupción en todas las escabrosas dimensiones”. Estas fueron las primeras palabras de Dina Boluarte al asumir la Presidencia de Perú a finales de diciembre de 2022 tras el autogolpe de Pedro Castillo. Casi 16 meses después y pese a esta promesa, la lacra que ha afectado a sus antecesores en el cargo, la corrupción, le salpica de lleno a ella.

Instalado en la inestabilidad política permanente, siete presidentes en solo diez años, Perú asistió en la noche del viernes y durante este sábado al registro de la vivienda de Boluarte y del Palacio del Gobierno por parte de la Policía y la Fiscalía. Un registro tachado de "inconstitucional y desproporcionado" por el propio Ejecutivo peruano.

La posesión de joyas de alta gama, entre ellas una colección de 14 lujosos relojes, fue el detonante de este registro en el marco de una investigación en la que la exdirigente del izquierdista Perú Libre está acusada desde el 18 de marzo de un presunto delito de enriquecimiento ilícito al no haber hecho constar en su declaración de patrimonio los citados relojes y otras joyas.

La Fiscalía peruana registra la vivienda de la presidenta Dina Boluarte.

Aunque el escándalo salió a la luz el pasado 14 de marzo a raíz de un reportaje periodístico, Boluarte se ha negado a dar explicaciones sobre estos relojes de lujo, algunos de los cuales ha lucido incluso en apariciones públicas.

Ante este atronador silencio y la falta de colaboración de la mandataria, citada sin éxito para comparecer dos veces esta misma semana, la Fiscalía ha decidido actuar emprendiendo una serie de registros en la noche del viernes y en la madrugada de este sábado. Al filo de la medianoche, un grupo de agentes de la Policía y varios fiscales irrumpían en la vivienda de Boluarte, ubicada en el distrito de Surquillo en la capital peruana, tras romper la cerradura de la puerta principal.

[Dina Boluarte, acorralada por el 'caso Rolex': la Policía allana su vivienda y el Palacio de Gobierno]

En el inmueble no se encontraba la presidenta peruana, solo uno de sus hijos y un abogado de Boluarte que llegó poco después de que la entrada de los agentes se produjera. Tras cinco horas de registro, los agentes salieron del domicilio con un maletín negro.

A continuación, el equipo de fiscales y policías se trasladó posteriormente al Palacio de Gobierno, en el centro de Lima, para proseguir con las pesquisas. La propia presidenta y varios de sus ministros se desplazaron hasta el Palacio de Gobierno.

Tras concluir el registro, Boluarte, acompañada del gabinete ministerial, señaló en una declaración institucional que aunque es "respetuosa de la investigación fiscal", rechazaba la forma en cómo se hizo, "de manera discriminatoria e inconstitucional".

"¿Desde cuándo un sector de la prensa se preocupa por lo que usa o no usa la presidenta? Quiero creer que no es por un tema sexista o de discriminación", denunció antes de añadir que se le ha llevado "directamente a la investigación preliminar cuando a expresidentes se les establecieron diligencias previas".

VÍDEO | Dina Boluarte se pronuncia tras los registros en su domicilio y denuncia el allanamiento "discriminatorio e inconstitucional"

El origen del escándalo Rolex

Un medio digital peruano llamado La Encerrona analizó miles de fotos de Boluarte mientras ejercía el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social, de julio del 2021 a noviembre de 2022, como jefa de Estado desde el 7 de diciembre de 2022. 

La investigación, publicada el 14 de marzo, revelaba que la mandataria peruana tenía una vasta colección de hasta 14 relojes, cuatro de ellos Rolex con un precio superior a los 12.000 dólares en tiendas. Mediante capturas de alta resolución y revisando centenares de imágenes, los periodistas de este medio descubrieron que Boluarte solía llevar un Rolex Datejust 31 en oro rosa, valorado en unos 12.100 euros. Aunque éste era el más habitual, la mandataria poseía tres relojes más de la marca suiza y otros de marcas como Fossil o Michael Kors. 

Boluarte con el Rolex Datejust 31 en oro rosa en la APEC.

Boluarte con el Rolex Datejust 31 en oro rosa en la APEC. FLICKR DE LA PRESIDENCIA DE PERÚ

Lo que más llamó la atención a estos investigadores es que Boluarte pasó de tener cuatro relojes como ministra a sumar otros diez, más caros, ya como presidenta, cuando su sueldo se redujo casi la mitad, de 30.000 soles mensuales (7.482 euros) a 16.000 (casi 4.000 euros).

Pero además de la colección de relojes de lujo, poco a poco se fueron sumando una serie de joyas muy alejadas del presupuesto de una empleada pública hasta el año 2021. Así, los medios estrecharon el margen sobre la mandataria descubriendo una pulsera de Cartier valorada en 50.000 euros, además de otras pulseras, pendientes y anillos de oro o plata con incrustaciones de piedras preciosas, que exhibía sin ningún pudor en sus viajes oficiales y otros actos públicos. Ninguna de estas joyas y relojes figuran en la declaración de patrimonio de la presidenta.

Preguntada en concreto sobre uno de los Rolex, el de oro rosa de 12.100 euros, Boluarte defendió: "Trabajo desde mis 18 años y lo que tengo es fruto de mi esfuerzo y de mi trabajo". Además, tras acusar al reportaje de La Encerrona de "tendencioso", señaló que ese reloj es de "antaño" y que lo usaba "muy eventualmente". "No entren en temas personales”, sentenció imponiendo un silencio que mantiene hasta el día de hoy sobre este asunto.

Con el escándalo acrecentándose cada día ante la ausencia de explicaciones de la sucesora de Castillo, el diario El Comercio publicó el pasado 24 de marzo que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) descubrió que recibió en sus cuentas bancarias más de un millón de soles (unos 275.000 euros) de origen desconocido entre 2016 y 2022, época en que fue candidata a la Vicepresidencia y luego ministra en el gobierno de Castillo.

Con inmunidad hasta 2026

Aunque nunca ha gozado de una gran popularidad en Perú, dado como llegó al cargo al arrogarse el poder en calidad de vicepresidenta tras el fallido autogolpe de Pedro Castillo y la represión posterior de las protestas ciudadanas con al menos 50 muertos, su nivel de aprobación está por los suelos

En pleno escándalo del 'caso Rolex' y tras acabar la economía del país el año pasado en recesión por primera vez en 25 años, su popularidad se ha hundido totalmente. Hasta un 86% desaprueba su gestión, 4 puntos porcentuales más que en enero pasado, según una reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Su aprobación se mantuvo en un paupérrimo 8 %, el de indecisos bajó al 6 %.

Sin bancada propia en un Congreso dominado por la derecha y la ultraderecha, sin apenas respaldo social y con este nuevo escándalo, su futuro político se complica y con él el país vuelve a asomarse a su enésima crisis de inestabilidad. 

Dina Boluarte.

Dina Boluarte. Reuters

Pese al registro de su vivienda y del Palacio de Gobierno, la mandataria no puede ser detenida porque goza de inmunidad parlamentaria hasta el final de su mandato, en julio de 2026. Sus bienes, sin embargo, sí pueden ser incautados. Algo que de momento no ha ocurrido, ya que la Fiscalía confirmó que aunque hallaron diez de estos relojes en el dormitorio de la mandataria, ninguno fue requisado.

Lo que sí podría prosperar contra Boularte es una moción de censura impulsada desde el Congreso, bajo el alegato de "incapacidad moral". De hecho, Perú Libre, el antiguo partido de Boluarte, Perú Libre, ya ha conseguido las 26 firmas de congresistas necesarias para poner en marcha la moción contra la mandataria después de que no haya dado explicaciones sobre el origen de los relojes de lujo.

Una vez puesta en marcha la moción, el reto de los parlamentarios será reunir los apoyos necesarios para que salga adelante. Hasta ahora, las fuerzas de centro y de derecha de la fragmentada Cámara que sustentan a Boluarte han tumbado en ocasiones anteriores mociones en este sentido.

El registro a la vivienda de la presidente y al Palacio de Gobierno ha dividido a los congresistas peruanos entre aquellos que lo ven como "criticable" y "exagerado" y otros que apoyan una destitución de la mandataria y la celebración de nuevas elecciones. Por parte del Ejecutivo, el gabinete ha mostrado apoyo a la presidenta y ha tildado de inconstitucional, ilegal y desproporcionado el registro.

Boluarte, de polémica en polémica

Si algo ha caracterizado sus casi ya 16 meses de mandato han sido las diversas polémicas que ha protagonizado su Gobierno, sobre todo la propia Boluarte. La última fue la dimisión a principio de este mes de su mano derecha, el primer ministro Alberto Otárola, quien dejó su cargo tras ser acusado de acoso después de filtrarse un audio en el que supuestamente facilitaba un contrato irregular a su amante con el Estado.

Alberto Otárola, la mano derecha de Dina Boluarte hasta su dimisión.

Alberto Otárola, la mano derecha de Dina Boluarte hasta su dimisión. Reuters

La inestabilidad de Boluarte se refleja en un dato: desde que inicio su gobierno se han producido más de 40 cambios ministeriales y en al menos 17 de las 19 carteras se ha modificado al titular del sector. 

Sin embargo, Boluarte ya llegó al poder en medio de la polémica. La entonces vicepresidenta del Gobierno asumió el cargo el 7 de diciembre de 2022 después de que el Congreso aprobara la destitución de Pedro Castillo por incapacidad moral tras su fallido autogolpe. La propia Constitución reconocía este derecho a la primera vicepresidenta como encargada de gobernar el país hasta culminar el mandato de las urnas, hasta julio de 2026.

La destitución y posterior arresto de Castillo desataron una ola de protestas ciudadanas por todo el país pidiendo su liberación y la celebración de nuevas elecciones. Como primer desafío, el nuevo Gobierno de Boluarte quiso demostrar determinación y firmeza que se tradujo en una brutal represión que dejó al menos medio centenar de muertos y decenas de heridos. La Fiscalía abrió una investigación preliminar a la mandataria por presuntos delitos de genocidio, homicidio calificado y lesiones graves.

Según una encuesta realizada por Datum Internacional, casi cuatro de cada diez peruanos (un 38%) consideraron a Boluarte como el personaje político más negativo de 2023 por la incapacidad de su gobierno para luchar contra el incremento de la delincuencia, la crisis económica, su desconexión con la realidad y sus sucesivas polémicas.

Entre ellas, una de las primeras fue cuando menos de dos meses de haber asumido el cargo como jefa de Estado, Boluarte reavivó las protestas tras pronunciar la frase "Puno no es el Perú", tomando distancia de una de las regiones más golpeadas por la cantidad de fallecidos en las movilizaciones. La reacción ciudadana obligó a la Presidencia a tener que publicar un mensaje en su cuenta oficial aclarando que “no fue una expresión de discriminación ni soberbia”.

También fue acusada de corrupción por su ex asesora en campaña electoral, Maritza Sánchez, quien aseguró que la presidenta habría recibido dinero del exasesor de Pedro Castillo, Henry Shimabukuro, y otros empresarios. Aunque Boluarte lo negó tajantemente, la ex asesora difundió varios audios que dejaban en entredicho la postura defendida por la mandataria.

Por si fuera poco, la presidenta Dina Boluarte también fue acusada de haber copiado más de la mitad del contenido de dos libros, uno de ellos con el que postuló al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y por el que afronta una investigación que ha intentado que prescriba.

Pero quizás una de las frases más criticadas en Perú y que muestra su desconexión con la realidad fue cuando en la última Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), en Estados Unidos, señaló que su país estaba "en calma y paz”, pese a que la población estaba inmersa en una ola de inseguridad ciudadana.