El exvicepresidente Jorge Glas, detenido este fin de semana en el violento asalto policial en la Embajada de México en Quito para ser trasladado a una cárcel de máxima seguridad, habría intentado suicidarse con una sobredosis de medicamentos. El detenido fue traslado a un hospital de la ciudad de Guayaquil.
Según Radio Pichincha, que cita fuentes cercanas al movimiento Revolución Ciudadana, al que pertenece Glas, el político habría sido trasladado al Hospital Militar, en Guayaquil, debido al consumo de una sobredosis de medicamentos en un intento de quitarse la vida.
También el medio digital Primicias informó que el exvicepresidente habría sido declarado en coma inducido, según un parte policial, por la "ingesta de medicamentos ansiolíticos, antidepresivos y sedantes".
[Noboa logra encarcelar a Jorge Glas: una prisión de máxima seguridad para los reos más peligrosos]
Asimismo, se ha advertido que el exvicepresidente y aliado del expresidente Rafael Correa se encuentra "estable" en la unidad médica a la que fue trasladado.
De momento, ninguna autoridad ecuatoriana ha confirmado ni negado la información sobre el supuesto intento de suicidio. Según el diario El Universo, por el momento sus no han podido verlo ni han tenido contacto con él.
No obstante, el expresidente Rafael Correa ha trasladado un mensaje de "fuerza" a Glas. "Era lo que temía. Los canallas saltarán de alegría. ¡Fuerza, Jorge!", ha escrito en la red social X. Además, Correa ha difundido en sus redes sociales una convocatoria de manifestación ante la embajada de Ecuador en Bélgica el próximo miércoles para rechazar "esta injusticia y exigir el respeto a los derechos humanos y diplomáticos".
Polémica detención de Glas
El pasado viernes, la policía de Ecuador irrumpió en la Embajada de México en Quito para detener a Glas, sobre quien pesaba una orden de prisión preventiva por un caso de presunta corrupción en el que está actualmente procesado. El exvicepresidente ya había pasado cerca de cinco años en la cárcel por dos condenas vigentes por delitos que él rechaza al considerar que es víctima de una persecución política en su contra.
Glas llevaba desde mediados de diciembre en la embajada mexicana e ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal. Recientemente, las autoridades le habían concedido el asilo político.
El asalto a la institución por parte de las fuerzas ecuatorianas ha generado una gran tensión entre el gobierno de México y el de Ecuador. El ejecutivo dirigido por Andrés Manuel López Obrador rompió relaciones diplomáticas con Ecuador como respuesta a "una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía".
Por su parte, el Gobierno de Daniel Noboa justificó su actuación aduciendo que se había "abusado de las inmunidades y privilegios concedidos a la misión diplomática" y que México concediese el asilo a Glas era "contrario al marco jurídico convencional". "Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad", declaró al Presidencia ecuatoriana.