"Javier Milei odia su nuevo despacho. La Casa Rosada, con su histórico sillón azul y sus ornamentadas paredes con paneles, se siente mancillada por sus predecesores, que, en su opinión, llevaron a Argentina a la ruina". Así inicia el artículo de la prestigiosa revista Time sobre el mandatario ultraliberal y sus planes para transformar a su país.
Milei, desde que asumió el poder, ha estado en el punto de mira de todos. Su estilo frontal y sin dobleces ha hecho que el mundo observe de cerca el avance de su gestión. Tal es la escala de sus arremetidas que el domingo pasado provocó una crisis diplomática sin precedentes en España tras tildar de "corrupta" a Begoña Gómez, pareja del presidente Pedro Sánchez. El exabrupto, lejos de quedarse ahí, desencadenó un conflicto que ha acabado con la retirada de la embajadora española en Buenos Aires.
Los insultos del presidente argentino, destaca Time, son parte de su estrategia. Así lo ha evidenciado desde su asunción del poder. Su minoría legislativa no le ha impedido calificar de "traidores" a todos los parlamentarios que no están de acuerdo con él. En arena internacional, antes de su disputa con Sánchez, definió al presidente de Colombia, Gustavo Petro, de "terrorista asesino", afirmación que provocó que el mandatario colombiano retire a su personal diplomático de la ciudad de Buenos Aires.
El mismo día de la entrevista de Time, de hecho, su portavoz, Manuel Adorni, el mismo que señaló días atrás que la palabra "lesbicidio" no existe en el diccionario después del asesinato de tres mujeres lesbianas en un barrio de la capital, abordó preguntas sobre la salud mental del presidente. En particular, se refirió a la convicción de Milei de tener cinco perros, cuando todos saben que uno de ellos falleció. "Si dice que hay cinco perros, hay cinco perros, y se acabó", señaló en ese entonces.
El líder 'anarcocapitalista' está convencido de ser él el único hombre capaz de salvar el destino de Argentina. Su mesianismo, donde mejor se refleja, es en un versículo bíblico que suele mencionar: "No he venido aquí a guiar corderos, sino a despertar leones". Mientras tanto, su grito de guerra, "Viva la libertad carajo", se hace notar en cada una de sus medidas que buscan desregular la economía y combatir a la 'casta'.
Aliado de Trump
Durante la entrevista, se abordan las similitudes y diferencias entre Milei y el actual candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. Si bien el ultraliberal ha sostenido una relación cordial con el actual presidente norteamericano, Joe Biden, nunca ha ocultado la admiración que tiene hacia el magnate, hoy amenazado por la justicia.
"¡Presidente!", gritó Milei en febrero de este año, cuando se encuentra con Trump. Lo que vino después de esa reacción fue un abrazo amistoso. "Espero volver a verte y que la próxima vez seas presidente", le dijo el argentino. El expresidente estadounidense, poco después de las elecciones argentinas, y fiel a su estilo, se atribuyó la victoria. "Se presentó como Trump (...) Hacer Argentina grande de nuevo. Fue perfecto".
La prensa como adversaria
Un elemento que se destaca a lo largo del artículo del Time, es la enemistad que Milei ha trazado con los medios de comunicación. Sobre todo, por supuesto, con quienes más críticos han sido sobre su gestión y liderazgo.
Cerró la histórica agencia estatal de noticias Télam, el único servicio que cubre y llega a las provincias del país sudamericano, acusándola de ser portavoz de propaganda izquierdista. En la misma entrevista, de hecho, calificó de "extorsionadores" y "mentoriosos" a los periodistas. Una estrategia difundida por su amplia red de seguidores de redes sociales.
El 'Loco', como le apodaban en sus inicios en televisión, destina parte importante de su día a día a observar redes sociales, en particular X, aplicación que hoy es conducida por su amigo personal, Elon Musk. Para muchos de los que interactúan con él, se dice en el artículo, el presidente vería el mundo a través del lente de los memes de derechas.