El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció esta tarde una orden ejecutiva que restringirá de forma drástica las solicitudes de asilo en la frontera con México. A sólo dos días del triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones, el mandatario aplicó una de sus medidas migratorias más radicales desde que llegó a la presidencia. La iniciativa se da en medio de una campaña electoral que ha puesto ese tema a la cabeza de las preocupaciones ciudadanas. 

La orden tiene efecto inmediato y entrará en vigor este mismo martes. Desde ahora en adelante se permitirá a las autoridades migratorias deportar a todo aquel que no supere una serie de estrictos estándares de asilo. El máximo de ingresos por vías no oficiales que pondrá en marcha la política, son 2.500 detenciones diarias en un promedio de una semana. Una cifra que se posiciona por debajo de lo que ocurre en estos días, donde la media, al menos en los registros de abril, fue de 4.200 arrestos. 

Para que la medida se relaje, advierten las autoridades, el número de irrupciones en la frontera debe bajar de los 1.500. Algo difícil, entendiéndose que la última vez en que se alcanzó dicha estadística fue en julio de 2020, en medio de la pandemia del coronavirus.

Los migrantes, añade la firma, si quieren justificar su asilo, deberán evidenciar ante las autoridades de que existe una "posibilidad razonable" de estar en riesgo de sufrir torturas o ser perseguidos si son devueltos a su país de origen. En esa dirección, EEUU se adherirá a las obligaciones de la convención de las Naciones Unidas, que prohíbe expresamente expulsar a alguien a una nación en la que puede ser torturado.

Los migrantes que no sean capaces de evidenciar su necesidad de asilo, serán deportados en cuestión de horas. Los funcionarios de la Casa Blanca señalaron también que la situación dependerá siempre de la nacionalidad. Aquellos que sean mexicanos o nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua o Venezuela, serán devueltos a México en virtud de un acuerdo previo sostenido entre los dos países.

En cambio, los que lleguen a la frontera desde otras latitudes, como Colombia y Ecuador, serán expulsados instantáneamente en vuelos de deportación. La norma, eso sí, incluye algunas otras excepciones. Menores no acompañados no estarán sujetos a restricciones, al igual que las víctimas de tráfico de personas o quienes enfrenten una emergencia médica aguda o una amenaza extrema para su vida y seguridad.