La número 2 de Milei visita la ‘mega cárcel’ de Bukele para replicar el modelo de El Salvador en Argentina

Pocos días después de la aprobación de la Ley Bases en el Congreso de la nación, Bullrich, una de las personas más cercanas al mandatario Javier Milei, se subió a un avión y cumplió algo que se había convertido ya en un anhelo personal propio. Nunca ha titubeado cuando se le pregunta por la lucha contra las pandillas salvadoreñas, diciendo que es la 'mano dura', aunque eso llegue a vulnerar los derechos humanos, la única fórmula en busca de la paz. En su visita estuvo en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) y antes de eso en la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP). Llegó el pasado domingo por la noche y permanecerá allí hasta el miércoles. 

El sistema implementado por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, tiene 'amigos y enemigos', tanto en el continente como en el mundo entero. Sin embargo, algo que no se le puede desconocer es el logro que este ha tenido en la reducción de la violencia y el crimen organizado. Al menos así lo confirman las cifras oficiales de ese país. Pasó de registrar la lamentable cifra de 145 homicidios por cada 100.000 habitantes a tener en la actualidad sólo dos por cada 100.000. Algo que, a la vista de lo que ocurre en Argentina, en concreto en la ciudad de Rosario, es visto con especial interés.

"El Salvador era el país más violento. Se convirtió en un país donde las familias pueden caminar, vivir en paz y en tranquilidad. Todo gracias a un programa de destrucción de las 'maras' asesinas, que hoy están encerradas", dijo Bullrich desde las instalaciones de la CECOT, en donde estuvo siempre acompañada de su homólogo salvadoreño, Gustavo Villatorio. La prisión tiene una capacidad de 40.000 personas y la gran mayoría de las que permanecen hoy tras las rejas son miembros de las bandas más criminales.

En una zona rural aislada, en el distrito de Tecoluca, casi 70 kilómetros al sudeste de la capital, miles de delincuentes reclusos permanecen en condiciones deplorables. Sin colchones, hacinados, sin acceso a visitas e impedidos de toda comunicación, permanecen los reos, algunos de ellos, con hasta casi 500 años de condena por delitos como la extorsión.

Para Bullrich, no obstante, la estrategia que sigue Bukele es la idónea para poner fin al avance de la delincuencia. Más en detalle, compartió en su perfil de X, que la táctica de ser "duros contra los criminales" es el "camino" para la "libertad de los argentinos de bien". Una declaración, que por supuesto, fue aplaudida por sus símiles en El Salvador.

Estrategia contra el crimen organizado

Desde el momento de su aterrizaje, la ministra de Estado no ha detenido su agenda. Sabe que tiene poco tiempo y que son muchas las ideas que se quiere llevar. El primero en darle la bienvenida fue César Flores Murrillo, director de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP). El organismo en cuestión se dedica a la formación y capacitación de los miembros de la Policía Civil y otras instituciones.

Durante todo el encuentro, la ministra caminó por la zona, observó las actividades y conoció en detalle los programas educativos que se llevan adelante. También mantuvo conversaciones con varias autoridades de allí sobre las prácticas implantadas y los desafíos a mediano y largo plazo. 

Inmediatamente después de esa primera visita, Bullrich se trasladó al CECOT, donde no sólo recorrió e hizo declaraciones, sino que llegó incluso a tomarse fotos cerca de las celdas en las que estaban los pandilleros. De todo lo que se llevó de dicha visita, lo que más destacó es la necesidad de disponer de centros penitenciarios especializados. De lo contrario, el combate contra el crimen organizado se haría muy cuesta arriba.

La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, recorre las instalaciones de una 'mega cárcel' en El Salvador. Efe

Además de Murillo, ministro de Defensa de El Salvador, estuvieron con ella Julián Curi, subsecretario de Asuntos Penitenciarios; Alberto Föhrig, director nacional de Cooperación Internacional; Ricardo Ferrer, director nacional de Inteligencia Criminal; y Juan Pablo Arenaza, legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con el viaje en curso, la relación bilateral entre ambos países sólo se ha fortalecido. El ministro de Justicia y Seguridad Pública salvadoreño, Gustavo Villatorio, afirmó pocos minutos después de la llegada de la autoridad argentina a territorio nacional: "Le damos la bienvenida a Patricia Bullrich al país más seguro de América Latina". Refiriéndose a los propósitos de la visita, agregó: "Es un verdadero placer recibirla. Estoy seguro de que esta gira será enriquecedora. Usted y su equipo van a poder conocer de primera mano el 'modelo Bukele'".

Más allá de la mejora en los índices, en El Salvador, al menos en teoría, se continúa percibiendo un clima de inseguridad tras los dos años que lleva en vigor el estado de excepción, una normativa decretada por Bukele y no exenta de polémica que le permite al poder limitar libertades y garantías ciudadanas a cambio de un mayor resguardo policial y militar.