El huracán Beryl ha golpeado violentamente el Caribe dejando al menos siete muertos, cientos de miles de personas sin electricidad y destrozos catastróficos en varias islas. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido de que Beryl es una "gran amenaza para el Caribe tras intensificarse a un ritmo explosivo".
El país más afectado hasta ahora ha sido Jamaica, donde el huracán ha llegado en categoría 4 tras alcanzar el quinto y máximo nivel este pasado lunes. Las autoridades declararon el estado de emergencia en la isla al anticipar daños catastróficos, una previsión que se ha cumplido.
Más de 400.000 personas se han quedado sin electricidad tras los fuertes vientos y las precipitaciones, de unos 100 a 200 milímetros. También se han producido fuertes marejadas ciclónicas que han elevado los niveles del agua hasta los dos o tres metros.
El Gobierno de Jamaica declaró la isla zona de desastre durante los próximos siete días e impuso un toque de queda.
El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, informó que una orden de evacuación está vigente para áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra, tanto aquellas situadas al nivel del mar como las cercanas a barrancos o vías fluviales.
El mandatario jamaicano ha asegurado que las autoridades harán "lo humanamente posible", pero que también están "en manos de Dios".
Destrucción en las islas de Granada
Antes de llegar a Jamaica Beryl impactó en Granada, donde el 98% de las estructuras de las islas de Carriacou y Pequeña Martinica han quedado "dañadas o destruidas", según las autoridades locales.
Edificios públicos, casas y negocios privados se han visto seriamente afectados en estas islas, cuya agricultura y vegetación han quedado completamente devastadas.
El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, informó que el primer huracán de la temporada atlántica causó también "la total destrucción" de la red eléctrica y de la red de comunicaciones en Carriacou y Pequeña Martinica.
Tres personas perdieron la vida en las distintas islas de Granada debido al huracán, que también causó la muerte de una persona en San Vicente y las Granadinas.
Varios países afectados
En el noreste de Venezuela, al menos 1.440 personas en la localidad de Cumanacoa, en el estado Sucre, se encuentran en "refugios solidarios" después de que perdieran sus viviendas como consecuencia del desbordamiento de un río durante el paso del huracán Beryl.
Tres personas fallecieron en esta zona y cinco continúan desaparecidas, según las autoridades venezolanas.
La República Dominicana y Haití tuvieron más suerte. Salieron casi indemnes del paso del huracán, cuyo principal efecto sobre la isla, que comparten ambos países, fue el fuerte oleaje que azotó el litoral caribeño.
Casi medio millón de personas se quedaron sin suministro de agua por los efectos del ciclón y miles sin servicio eléctrico, de acuerdo con el informe preliminar de los daños.
Las alertas de huracán, además de Jamaica, incluyen las islas Caimán y la costa de la Península de Yucatán. También hay alertas de tormenta tropical para la costa de Belice, en Centroamérica.