Corren los días y las certezas sobre cómo Ismael 'El Mayo' Zambada fue detenido brillan por su ausencia. Sin embargo, la tesis de que su captura fue obra de un acto de traición continúa viva. Y algunos sostienen que es la más creíble de todas las que están ahora encima de la mesa. Junto con el último líder del Cártel de Sinaloa, fue arrestado Joaquín Guzmán López, heredero del temible 'Chapo'. Se dice que fue él, de hecho, quien hizo uso de sus contactos con la policía estadounidense para entregar a 'El Mayo'.
El vacío de poder se hace notar en la que es, seguramente, la banda narcotraficante más peligrosa en México y en el mundo entero. A falta de versiones oficiales, las teorías que afloran en el espacio tensionan el ambiente. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hizo caso omiso a una eventual traición y limitó sus declaraciones a decir que la captura fue obra de un acuerdo. De ahí que en El Paso, Texas (EEUU), ambos hayan sido apresados sin resistencia. AMLO, también, alegó una operación "extraterritorial" de parte de EEUU y exigió una investigación.
Para más de un analista, lo ocurrido tiene el potencial de constituir una fractura clave en la historia del bloque. Si se confirma que 'El Mayo' fue traicionado por los suyos, la disputa interna va a recrudecerse. En los mismos análisis se sostiene, que más allá de la causa de la detención de Zambada, el conflicto en las filas de Sinaloa es inevitable al no haber nadie aún con el liderazgo y el respaldo necesario para tomar las riendas del cártel.
Desde Guadalajara y para la familia
Año 1990. Ciudad de Guadalajara. Dos 'capos' suben posición. Se trata de Héctor 'El Güero' Palma Salazar y Joaquín 'El Chapo' Guzmán. Este último, al que todos ya conocen, en ese entonces se desempeñaba como jefe de sicarios. Era temido por su estilo frío y rudo y por su determinación a la hora de acudir a la violencia. Tras ellos llegó el momento de 'El Mayo', quien a través de un estilo silencioso y fuera de los reflectores, fue ganándose la confianza de los poderosos y avanzando en estatus.
Todos ellos conocían bien el 'Triángulo Dorado', una zona establecida entre los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa. Fue allí donde se construyeron las primeras rutas (algunas siguen hasta hoy) de tráfico de drogas desde Sudamérica con destino final en Estados Unidos. Fue en ese terreno, además, donde se construyó la infraestructura necesaria para la producción local de drogas de toda índole, desde marihuana hasta heroína.
A la praxis iba acompañada una tradición profundamente familiar. El negocio, para ser exitoso y mantenerse alejado de las autoridades, debía sustentarse en la confianza. Es por eso, que desde un arranque, las facciones estuvieron formadas por sellos matrimoniales y 'compadrazgos' entre los hombres más importantes. Es esa dinámica la que lleva décadas evitando conflictos y asegurando un éxito, que hasta hace pocos días, se veía asegurado por bastante tiempo más.
'El Mayo' y 'El Chapo' son familias hermanas. Una hija de Guzmán López se casó con un hijo de Zambada García. Los hermanos Beltrán Leyva, una de las facciones más importantes en el grupo, son primos de la familia Guzmán Loera. Los parentescos son tantos y tan directos que el estilo de conducción del cártel ha permanecido siendo armonioso. El liderazgo, en tanto, se ha administrado sobre todo en forma horizontal.
Un ataque sin precedente, incluso en Sinaloa
No había transcurrido ni siquiera un día desde la captura de 'El Mayo', cuando un grupo de individuos (todavía no reconocidos) profanaron en dos ocasiones el mausoleo familiar de Dámaso López Núñez, alias 'El Licenciado'. Primero, entraron en las criptas y se robaron los cuerpos del padre y de uno de los hermanos del 'capo'. Segundo, destruyeron las paredes y las decoraciones con una maquinaria pesada.
Hasta el momento no existen responsables. La Fiscalía de Sinaloa anunció la apertura de una investigación, sin embargo, hechos de estos niveles de violencia y que tengan a los cárteles involucrados, son 'pan de cada día'. Y la intención de llegar hasta el fondo del asunto no es algo que motive especialmente a los agentes de la policía y del gobierno.
Lo que sí llama la atención, es que se haya profanado una tumba, en primer lugar, y que se haya hecho en contra de uno de los líderes más respetados del cártel. Según dijo a BBC Mundo el analista e investigador en crimen, Juan Alberto Cedillo, incluso "sicarios se habían negado" a hacer algo de esa naturaleza. En los primeros análisis, se da por descontado que lo ocurrido es la expresión de una disputa interna.
Los hermanos Beltrán-Leyva, víctimas en combate
Un momento que cambió la historia del narco en México fue la 'Guerra contra las Drogas', iniciada en 2007 bajo la administración del expresidente Felipe Calderón. Con éxito relativo, la ofensiva del gobierno produjo un quiebre en muchos de los principales cárteles del país, incluido el de Sinaloa.
Fue una época de conflictos variados, en los que se mezclaban los contra la policía, las bandas enemigas y al interior. En Sinaloa, hubo aquellos días una separación familiar que causó estragos en la organización y que aún resuena. Los hermanos Arturo y Carlos Beltrán-Leyva culparon a la facción del 'Chapo' de haber causado el arresto en contra de Alfredo, alias 'El Mochomo', el tercero de los hermanos. Esa acusación activó una de las luchas más violentas de las que se tiene registro en el cártel.
Cinco años después del inicio de la famosa guerra, hubo una verdadera masacre en el municipio de Concordia, en el mismo estado. Decenas de muertos y heridos quedaban como consecuencia de una disputa bélica en las calles y donde los agentes armados no eran los únicos ni tampoco los principales enemigos. Fue durante esos sangrientos años que murió Edgar Guzmán, hijo del 'Chapo', quien nunca aceptó su deselace y jamás perdonó a quienes en su visión resultaron responsables.
De comprobarse la traición en contra de 'El Mayo', ¿se repetirá la historia de los Beltrán-Leyva? ¿Volverá a activarse un combate como el que hubo después de la ofensiva del expresidente Calderón? Es muy pronto como para saberlo. Lo que sí es un hecho, es que el vacío de autoridad y las sospechas que existen en Sinaloa, pueden derivar en hechos lamentables.