VÍDEO | Harris vs. Trump: primer debate con un tenso enfrentamiento entre los candidatos a la Casa Blanca Imágenes: ABC News | Edición: E.E.

América ESTADOS UNIDOS

Harris pone a Trump a la defensiva: la acusa de la guerra de Ucrania y dice que acabará con Israel

Las exageraciones de Trump se topan con una firme Harris en un tenso debate donde la demócrata pide "pasar página", pero centra la mitad del cara a cara en la personalidad del republicano.

11 septiembre, 2024 06:35
Nueva York (EEUU)

Kamala Harris buscó a Donald Trump desde el primer segundo del debate. Fue ella misma quien avanzó hacia su atril para extender la mano y saludarle diplomáticamente. "Tengamos un buen debate", dijo al republicano. Pero la diplomacia no duró mucho y el cara a cara se convirtió en un embarrado coloquio sobre la personalidad e intenciones de Trump. Harris respondió con firmeza a sus exageraciones al principio, pero terminó enredada en esas mismas obsesiones en un caótico final.

"¡Vamos a hablar de nuestros programas y compararlos! ¡Yo tengo un plan!", llegó a implorar Harris en la última recta del encuentro, cuando llevaba más de cuarenta minutos discutiendo sobre las aptitudes y valores de su oponente. Ella misma pareció darse cuenta de que había perdido el control de la conversación e intento redirigirla hacia su repetida "visión de futuro" para el país.

Trump, por su parte, repitió el mismo papel que en el encuentro con Joe Biden. Mantuvo su fórmula de enlazar exageraciones sobre la inmigración, la criminalidad y una grandilocuente visión de su papel en el mundo. Pero resonó diferente. Esta vez era él quien parecía desubicado. Especialmente al inicio, cuando tuvo enfrente a una contrincante que supo rebatir con firmeza e incluso reírse de sus comentarios. Pero al final logró encontrar su lugar, sobre todo cuando más de la mitad del cara a cara versó sobre él mismo.

"Somos una nación en declive, todo el mundo se ríe de nosotros. (…). Vamos a acabar siendo un país del tercer mundo", concluyó el expresidente en su última intervención, firme en su visión de EE.UU. como un país sin rumbo salvo que él esté en el poder.

Por su parte, Harris intentó contestar al miedo con la esperanza: "Habéis visto dos visiones muy diferentes para nuestro país. Una que mira al futuro y otra al pasado. No vamos a volver atrás. Creo que la gente estadounidense tiene más en común de lo que nos separa. Podemos conseguir una visión de futuro", arengó en su minuto final.

Primer saludo desde 2016

En la era de la imagen Harris supo desde el principio controlar el escenario, un talento hasta ahora reservado para Trump. Entró enérgica al plató ubicado en el Constitution Center de Filadelfia y se dirigió al expresidente con la mano extendida para saludarle. Él la recibió estático detrás de su atril, incluso algo confundido al principio. Ni con Hilary Clinton ni con Joe Biden se había dado un apretón de manos. De hecho, dede 2016 los estadounidenses no habían visto a dos aspirantes a presidir su país saludarse educadamente.

Pero la casualidad quiso que esta fuera la primera ocasión que ambos se vieran fisicamente. Llevan semanas criticándose pero nunca antes habían coincidido en la misma habitación.

"¿Cómo estás?", dijo Harris.

"Me alegro de verte, estoy bien", contestó Trump.

"Tengamos un buen debate", invitó Harris, consciente de que arrancaba el encuentro con un punto a favor de superioridad moral.

"Soy de clase media"

Orgullosa de su hazaña. Harris respondió a la primera pregunta de los moderadores también desde la superioridad moral.

"Crecí como una niña de la clase media y soy la única persona en el escenario con un plan para elevar la clase media de EEUU", arrancó, evitando responder sobre el estado de la economía durante el mandato de Biden, en el que ella aún ejerce de vicepresidenta. 

Durante el primer bloque del debate, y en infinidad de ocasiones, Harris volvió a repetir su objetivo de crear una "economía de oportunidades", apoyar a los pequeños negocios y reducir impuestos a las clases medias y a los emprendedores. 

"Trump nos dejó la peor tasa de empleo desde la Gran Depresión, la peor epidemia de salud publica y el peor ataque hacia nuestra democracia desde la Guerra Civil. Hemos limpiado el caos de Donald Trump y ahora quiero construir sobre las aspiraciones y esperanzas de la gente de este país", remató eficazmente en otro momento.

Sin embargo, si en los primeros minutos del debate Harris consiguió hacer calar su mensaje, a medida que avanzaba la retransmisión fue desinflándose poco a poco. Insistió tanto en gobernar para la gente y venir de la clase media que en ocasiones sonó impostada y repitió tanto sus aspiraciones económicas que se echaron en falta propuestas más concretas.

"¿Por qué no lo ha hecho ya?"

Trump encontró la manera de aplacar a Harris. Pero tarde.

"Ella dice que hará esto, que hará lo otro… ¿Por qué no lo ha hecho ya? Que vaya a la Casa Blanca y haga lo que no ha hecho", acertó a decir Trump en el último minuto, cuando había compartido todo tipo de hipérboles y excesos verbales en los 90 minutos previos.

El republicano tuvo destreza en algunas ocasiones, como cuando derivó la conversación sobre la división política de EE.UU. hacia su intento de asesinato, del que culpó a los demócratas.

"Casi me da una bala en la cabeza por ellos, por las cosas que dicen de mí", dijo ante la expresión hierática de Harris.

Ucrania e Israel

También culpó a Biden y a Harris de la elevada inflación, de la caótica retirada de tropas de Afganistán y de no hacer lo suficiente para poner fin a las guerras en Ucrania e Israel. Incluso de provocar una y promover la desaparición del segundo.

"Quiero que la guerra se detenga. Quiero salvar vidas. (…) Esa guerra nunca habría ocurrido con mi presidencia", indicó sin responder explícitamente que quería la victoria de Ucrania al ser preguntado por los moderadores del debate.

Harris, por su parte, tuvo su momento de indeterminación al ser interrogada por la guerra en Gaza: "Israel tiene el derecho a defenderse pero cómo lo haga importa. Han muerto demasiados palestinos inocentes. Esta guerra debe terminar", dijo manteniendo la equidistancia en uno de los asuntos que mas dividen a los demócratas.

Pero su tendencia a la exageración en ocasiones provocaba el efecto contrario y mostraba a Trump como un aspirante perdido, sin contacto con la realidad y cuyas fuentes de información son dudosas.

Volvió a repetir que "hay millones de personas de prisiones, cárceles y loqueros que llegan a EE.UU. y se quedan con trabajos que hasta ahora ocupaban afroamericanos e hispanos", insistió en que la inflación "provoca que la gente se muera de hambre" y que los demócratas proaborto permiten la "ejecución del bebé incluso después de que haya nacido".

Sus bulos llegaron a ser tan flagrantes que tuvieron que ser contrastados y verificados por los moderadores del debate, Linsey Davis y David Muir, mientras Harris hacía lo que lleva haciendo toda la campaña cada vez que le preguntan por Trump: reírse de él.

Perros y gatos 

Una de esas exageraciones dio lugar a un momento surrealista que se repetirá en decenas de cortes de video, cuando Trump afirmó que los inmigrantes en la localidad de Springfield, en el estado Ohio, se estaban "comiendo a las mascotas" de los habitantes, un bulo extendido en redes sociales los días previos al debate que tuvo que ser desmentido por las autoridades locales

"Se están comiendo a los perros, la gente que entró, se está comiendo a los gatos. Se están comiendo las mascotas de la gente que vive allí, y esto es lo que está pasando en nuestro país, y es una pena", afirmó ante la mirada atónita de Harris.

David Muir, el moderador, verificó de inmediato las afirmaciones de Trump y recordó que la ciudad de Springfield había dicho que no tenía informes creíbles de mascotas dañadas, heridas o abusadas por personas en la comunidad inmigrante de la ciudad.

"La gente en televisión lo ha dicho", rebatió Trump.

"No hay pruebas de eso", insistió el presentador.

"¡Hablemos de cosas extremas!", remató con una sonora carcajada Harris.

La demócrata trató de aplacar al republicano tomándose a la ligera sus comentarios. Se puso muy seria al defender el derecho al aborto y criticar las leyes que lo prohiben en algunos estados incluso en casos de violación, y pidió no causar conflictos raciales cuando Trump volvió a insistir en que solo se identificada como "mujer negra" desde hacía poco tiempo.

Kamala y sus "cambios de opinión"

También contestó sobriamente cuando los moderadores la interrogaron por sus cambios de opinion: "Mis valores siguen siendo los mismos", insistió, antes de referirse ella misma a su posición favorable al "fracking" (una práctica muy extendida en el estado bisagra de Pensilvania, que necesita ganar), cuando en 2020 apoyó prohibirlo.

Sin embargo, Trump consiguió arrastrarla al barro y terminó enzarzada durante un largo periodo de tiempo en una trifulca sobre la admiración del expresidente por los líderes autoritarios y su desdén hacia las normas democráticas. El caos fue tal que, incluso cuando Trump se negó a reconocer su derrota en las elecciones de 2020, la gravedad de la afirmación quedó eclipsada.

Según la última encuesta del New York Times, el 28% de los votantes registrados dice que necesitan saber más de Harris mientras que solo el 9% consideró lo mismo sobre Trump, de sobra conocido por todos en sus terceras elecciones como candidato republicano.

Asimismo, el sondeo estimó en un 5% el número de votantes indecisos que no tiene preferencia por ningún candidato. Si vieron la primera parte del debate, quedarían prendados de la superioridad moral de la demócrata, si vieron la segunda parte, igual no despejaron sus dudas.