El Senado de México ha aprobado este miércoles de madrugada la controvertida reforma del Poder Judicial, impulsada por el Gobierno del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, que a partir de 2025 permitirá elegir a los jueces por voto popular.
Después de cerca de 12 horas de intenso debate en la cámara, interrumpido por la irrupción de manifestantes y un intento de la oposición de tomar la tribuna, el Senado mexicano dio luz verde a la cuestionada reforma con 86 votos a favor del partido gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, los Partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM). En contra, los 41 diputados de los partidos de oposición Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC).
El oficialismo buscará ahora replicar el mismo modelo de reforma en los congresos de los 32 estados de México.
En una sesión maratoniana que acabó en la antigua sede del Senado mexicano, custodiada fuertemente por decenas agentes de la policía, los senadores de Morena y aliados, junto con los opositores, discutieron amplia y fuertemente la controvertida reforma.
A la 'supermayoría' oficialista en el Senado le faltaba un voto para los 86 que exige la mayoría calificada, dos terceras partes de 128 senadores, pero el senador opositor Miguel Ángel Yunes, del PAN, votó a favor y la reforma pudo salir adelante.
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ha afirmado que "se fortalecerá" la justicia en el país tras la aprobación de la reforma judicial que instaurará la elección popular de jueces, magistrados y la Suprema Corte a partir de 2025.
"Felicito a las y los senadores de nuestro movimiento por la aprobación de la reforma judicial. Con la elección de jueces, magistrados y ministros (de la Suprema Corte) se fortalecerá la impartición de justicia en nuestro país", escribió en sus redes sociales Sheinbaum, quien asume la presidencia el 1 de octubre.
Inéditas protestas de jueces
La aprobación ocurrió entre inéditas protestas de jueces, estudiantes de Derecho y trabajadores del Poder Judicial, quienes irrumpieron en el Senado, por lo que los legisladores sesionaron en una sede alterna, donde los manifestantes acusaron a la policía de Ciudad de México de rociarles gas.
Los manifestantes accedieron hasta el Pleno del Senado, donde gritaron consignas y reventaron la sesión en curso, que debió trasladarse a la antigua sede de esa cámara, donde también trataron de ingresar y en cuyas inmediaciones protagonizaron choques y escaramuzas con policías.
El grupo de manifestantes se identificó como trabajadores del Poder Judicial, los cuales cumplen un paro de labores desde hace casi tres semanas en protesta por esta reforma.
En un último intento por frenar la discusión de la reforma judicial, alrededor de las 10 de la noche (hora local) los senadores del PRI, PAN y MC intentaron tomar la tribuna del Senado, pero los legisladores de Morena y aliados lo impidieron.
Una reforma cuestionada
La reforma judicial, que, además de establecer la elección de jueces por el voto popular, crea un órgano disciplinario para vigilar las sentencias que dicten, es vista por sus detractores como un intento de vulnerar la independencia judicial, la democracia mexicana y la división de poderes.
Las críticas no solo han provenido de la oposición mexicana, sino de organismos de la ONU, asociaciones como Human Rights Watch, organizaciones internacionales de abogados y los socios del tratado de Norteamérica, Estados Unidos y Canadá.
Una vez aprobada la reforma, habrá elecciones populares y campañas en el Poder Judicial a partir de 2025, se reducirá de 11 a nueve el número de integrantes de la Suprema Corte y se creara un Tribunal de Disciplina Judicial.
La discusión en el Senado mexicano comenzó entre denuncias de la oposición, que acusaron al oficialismo, incluyendo las fiscalías, de intimidar a legisladores para garantizar los 86 votos, dos terceras partes del total de 128, necesarios para modificar la Constitución.
El presidente López Obrador buscaba que el Senado aprobara esta reforma, ya avalada por la Cámara de Diputados el miércoles pasado, antes de entregar el cargo el 1 de octubre a la mandataria electa, Claudia Sheinbaum.