Shamsud Din Jabbar, el atacante de Nueva Orleans

Shamsud Din Jabbar, el atacante de Nueva Orleans

América

El terrorista de Nueva Orleans colocó explosivos en la calle y aprovechó un fallo de seguridad para arrollar a la multitud

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Los ciudadanos de Nueva Orleans festejaban la llegada del año nuevo en las calles, como cada año. Pero el 1 de enero ya estará ligado para siempre en el recuerdo del estado de Luisiana a un atentado yihadista que ha dejado al menos quince personas muertas y una treintena heridas. Pudo haberse evitado, porque el terrorista aprovechó un fallo de seguridad, pero también pudo ser mucho peor, dado que había dispuesto explosivos en su vehículo y en la calle que no llegaron a detonar.

El modus operandi es bien conocido por la sociedad europea: un hombre arranca un vehículo, a menudo alquilado, y se lanza a toda velocidad en un lugar peatonal muy concurrido, tratando de atropellar al mayor número de personas posible. Luego, tras chocar o ser interceptado, se baja del vehículo y trata de matar a quienes se pongan a su alcance. En este caso, con armas de fuego. Pasó así en Niza (2016), Berlín (2016), Londres (2017), Barcelona (2017) o Magdeburgo (2024), entre otros. En suelo estadounidense, también en Nueva York (2017) o Wisconsin (2021).

En este caso, el atacante era Shamsud Din Jabbar, un ciudadano estadounidense nacido en Houston (Texas) de 42 años. Y no tenía ninguna intención de pasar desapercibido cuando inició el ataque: en la camioneta alquilada, de color blanco, marca Ford y matrícula de Texas, había colocado en su parte trasera un pequeño poste con la bandera de Estado Islámico.

Una agente del FBI fotografía la bandera de Estado Islámico en el lugar del ataque.

Una agente del FBI fotografía la bandera de Estado Islámico en el lugar del ataque.

Por el momento se desconocen los detalles del atentado y se sospecha que pudo tener ayuda, toda vez que las fuerzas de seguridad ven improbable que la colocación de explosivos en el Barrio Francés de Nueva Orleans la hiciese él solo.

Lo que está claro es que Jabbar aprovechó un fallo en la seguridad. La ciudad tenía colocados desde 2017 bolardos móviles (que pueden ocultarse en el asfalto o salir a la superficie), precisamente para prevenir este tipo de ataques. En concreto, a lo largo del Barrio Francés, donde ocurrió el suceso, estaban presentes en cinco ubicaciones. Sin embargo, la disputa el próximo febrero de la Super Bowl a poco más de un kilómetro de distancia había motivado el cambio del sistema de bolardos, que en la actualidad no estaban activos.

"Los bolardos no estaban subidos porque [su instalación] está cerca de completarse", señaló en rueda de prensa la alcaldesa LaToya Cantrell. En su lugar, durante estas fiestas se habían colocado vehículos policiales, pero el atacante no lo tuvo difícil: "En este caso, el terrorista simplemente se subió a la acera", declaró la jefa de policía de la ciudad, Anne Kirkpatrick.

"Reconocemos que hemos tenido un problema aqjuí. Vamos a arreglarlo. Será la máxima prioridad de cara a la Super Bowl", ha admitido el gobernador del estado, Jeff Landry.

Un informe de 2017 encargado por la ciudad, y que motivó la colocación de los bolardos en primer lugar, indicaba que el barrio en cuestión "está densamente concurrido por peatones y es un área donde podría ocurrir un incidente con víctimas masivas", algo que el propio FBI había subrayado, como indica el documento.

Grupo organizado

Las fuerzas de seguridad sospechan que en este caso no se trataría de un 'lobo solitario', la figura terrorista que actúa sin coordinación con otros. Un vídeo de vigilancia captó a tres hombres y una mujer colocando un dispositivo explosivo improvisado en la calle, según un informe de inteligencia de la Policía Estatal de Luisiana. Tras el rastreo, se encontraron en total dos posibles dispositivos explosivos en el Barrio Francés.

El documento, citado por Associated Press, indica que los explosivos estaban ocultos en refrigeradores y preparados para una denotación remota, y que se encontró un control remoto en el vehículo conducido por Jabbar.

"No creemos que Jabbar fuera el único responsable. Estamos siguiendo concienzudamente cada pista, incluidas las de sus asociados conocidos", dijo a la prensa la agente especial adjunta del FBI a cargo del caso, Alethea Duncan.

Los investigadores pidieron a la ciudadanía que cualquiera que haya tenido contacto con el terrorista en las últimas 72 horas se pusiese en contacto con las autoridades.

Así fue el ataque

En la madrugada del día de Año Nuevo, el Barrio Francés de Nueva Orleans estaba concurrido por personas que celebraban la llegada de 2025. Concretamente, la calle Bourbon es un lugar céntrico de ocio donde se concentran multitud de bares y restaurantes.

Previamente, varias personas habrían colocado neveras con explosivo en la zona. Jabbar se subió al coche con ropa de camuflaje y casco y botas militares, así como con armas. Algunos medios apuntan a una pistola Glock y un rifle de gran calibre. También llevaba en la camioneta blanca más explosivos y el detonador para hacer estallar los artefactos.

Poco después de las 3 de la madrugada, tras poner la bandera de Estado Islámico en la parte de atrás de la camioneta, Jabbar habría sorteado al coche policial que servía de impedimento para este tipo de ataques en uno de los accesos al Barrio Francés, se habría subido a la acera y habría embestido a toda velocidad durante tres manzanas, atropellando a su paso a todas las personas que le fue posible, y lanzando a varias por los aires, según narran los testigos presenciales.

Tal y como se aprecia en imágenes tomadas por cámaras callejeras, el caos y el escándalo generado activó a una decena de agentes de policía, que se encontraban en un cruce cercano. Se aproximaron a la carrera, mientras la camioneta impactaba frontalmente contra una plataforma elevadora, dejando destrozada toda la parte delantera del vehículo.

La camioneta del terrorista, empotrada contra una plataforma elevadora

La camioneta del terrorista, empotrada contra una plataforma elevadora

Ante este contratiempo, el terrorista intentó bajar del vehículo, pero los agentes ya habían llegado hasta el lugar. Se inició entonces un intercambio de disparos, de forma que Jabbar logró herir a dos agentes -que se encuentran estables-, pero fue abatido justo delante de la puerta del vehículo. 

Las fuerzas de seguridad iniciaron entonces maniobras de reanimación para evitar el fallecimiento del atacante. El torso quedó expuesto al aire, con al menos una herida de bala bajo el pectoral izquierdo, dejando un charco de sangre en el asfalto. Su casco militar quedó a un metro del cadáver. 

En su embestida, Jabbar acabó con la vida de 15 personas e hirió a otras 30, si bien se espera que alguno más fallezca como consecuencia de las heridas. Varios entraron a los hospitales de Nueva Orleans en estado crítico.

El atacante

A pesar de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no tardó en señalar en redes sociales a los inmigrantes como culpables del atentado, Jabbar nació en Texas hace 42 años.  

Los registros públicos consultados por Reuters indican que Jabbar trabajó en el sector inmobiliario en Houston. En un vídeo promocional publicado hace cuatro años en YouTube y que ha sido eliminado por la plataforma después del ataque, Jabbar decía que había nacido en Beaumont, a unos 130 kilómetros de Houston.

Además, afirmaba que había pasado diez años en el ejército estadounidense como en las ramas de recursos humanos y técnico informático, donde aprendió la importancia de realizar un buen servicio y tomarse los asuntos en serio.

"Tomé esas habilidades y las apliqué a mi carrera como agente inmobiliario, donde siento que lo que realmente me distingue de otros agentes es mi capacidad de ser un negociador feroz", comentaba.

Según fuentes cercanas a la investigación, Jabbar había grabado videos antes del ataque en los que hablaba de su divorcio y había planeado matar a su familia. Sin embargo, decidió unirse a Estado Islámico después de haber soñado con ello.