Manifestantes en Tel Aviv reclaman este miércoles el regreso de los rehenes tras el acuerdo del alto el fuego en Gaza.

Manifestantes en Tel Aviv reclaman este miércoles el regreso de los rehenes tras el acuerdo del alto el fuego en Gaza. Reuters

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Trump se apropia del alto el fuego en Gaza pero es Biden quien cierra otra herida 5 días antes de dejar la Casa Blanca

Israel y Hamás han pactado una tregua gracias a la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos, que ha contado con enviados especiales de la Administración Biden y de la de Trump. 

Más información: Israel y Hamás alcanzan un acuerdo de alto el fuego en Gaza tras 15 meses de guerra

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"Si los rehenes no están de vuelta para cuando asuma el cargo, estallará el infierno en Oriente Medio". La amenaza la profirió a principios de enero el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que dejaba así más que claras sus intenciones. Ayer, a tan solo cinco días de su investidura, programada para este lunes 20 de enero, Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza para poner fin a 15 meses de guerra. La ansiada tregua, en realidad, llega sobre la bocina de la Administración de Joe Biden, que lleva meses sentado junto a Catar y Egipto en la mesa de negociación, pero Trump no ha dudado (ni tardado) en atribuirse el mérito.

Antes de que el primer ministro catarí, Mohammed Al Thani, confirmara oficialmente que las dos partes habían llegado a un acuerdo, el republicano utilizó su altavoz favorito, Truth Social, para adelantarse. "Tenemos un pacto para los rehenes en Oriente Próximo. Serán liberados pronto", escribió en un primer mensaje. Luego, continuó sacando pecho: "Hemos logrado tanto sin siquiera estar en la Casa Blanca. ¡Imagínense todas las cosas maravillosas que sucederán cuando regrese a la Casa Blanca".

Por su parte, el presidente saliente, Joe Biden, que celebró que "el día del éxito tras más de 400 días de lucha", aprovechó una de sus últimas ruedas de prensa desde la Casa Blanca para recordar que ha sido su Gobierno el que ha peleado por el cese de las hostilidades en la región. "Este marco de acuerdo lo propuse yo en primavera y el mundo lo apoyó", dijo en referencia a un plan de paz de tres fases propuesto en mayo y que, en líneas generales, se asemeja al acuerdo actual que entrará en vigor este domingo 19 de enero. 

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden , flanqueado por la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Estado Antony Blinken, habla después de que los negociadores alcanzaran un acuerdo por fases para un alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamás.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden , flanqueado por la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Estado Antony Blinken, habla después de que los negociadores alcanzaran un acuerdo por fases para un alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamás. Reuters

En este sentido, que el pacto se haya dado a tan solo cinco días del traspaso del poder sugiere que el "efecto Trump" ha podido ser un catalizador para el avance de las negociaciones. Una idea que Biden trató de disipar durante su comparecencia señalando el debilitamiento de Hamás y el fin de la violencia en Líbano —"gracias al apoyo de EEUU"— como uno de los factores que han culminado en la tregua.

"El fin de las hostilidades se ha negociado bajo mi gobierno, pero sus términos se implementarán durante el siguiente", insistió el demócrata, que reconoció haber incluido al equipo de Trump como parte de preparación para su marcha. "Hemos estado hablando como un solo equipo", confesó.

Esta cooperación, omitida por Trump, ha sido ratificada por los cataríes, que han reconocido un impulso de los socios "en el último mes" y una colaboración de Estados Unidos que "trasciende a ambas Administraciones", según aclaró el primer ministro del país del golfo Pérsico en una rueda de prensa en Doha. 

Las heridas de Biden 

Después de meses de negociaciones frustradas entre Hamás e Israel, el alto el fuego supone un éxito para Biden, que prometió priorizar el fin de esta guerra tras la tregua alcanzada en noviembre entre Israel y Hezbolá en Líbano. "Ha sido gracias a la tenaz y meticulosa diplomacia estadounidense. Mi diplomacia nunca cejó en sus esfuerzos por conseguirlo", aseguró el mandatario. Sin embargo, el cese de las hostilidades llega tras 15 meses de violencia en Gaza. Más de un año en el que, tras los atentados de Hamás que dejaron 1.200 israelíes muertos, más de 46.000 palestinos han perdido la vida y decenas de rehenes continúan cautivos. 

A pesar de los intentos de Trump de presentar el alto el fuego como una respuesta a sus amenazas, Biden busca integrarlo como parte de su legado. De hecho, tras su derrota en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, ha impulsado numerosas acciones en materia de política exterior orientadas, a priori, a impedir que su sucesor concrete algunas de sus promesas más radicales. En diciembre, por ejemplo, consciente de las resistencias dentro del equipo de Trump hacia la ayuda a Ucrania, aceleró la entrega de casi 6.000 millones de dólares (5.800 millones de euros) a Kiev. 

Esta misma semana, el Gobierno de Biden sacó a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo a cambio de la liberación de varios presos cubanos. Se trata de un proceso mediado por el Vaticano, que permite revertir las restricciones impuestas por Trump al final de su primer mandato en 2021. Con esta decisión Biden ha constatado sus esfuerzos por redefinir el enfoque de Estados Unidos hacia el mundo antes de que su sucesor llegue a la Casa Blanca y, con total probabilidad, lo desbarate todo.