El presidente Donald Trump no tiene las mismas ideas que el candidato Donald Trump. El magnate republicano ha vuelto a dejar en evidencia que las propuestas más polémicas y preocupantes de su campaña pueden quedarse en falsas promesas cuando ocupe el Despacho Oval el próximo 20 de enero.
Durante un encuentro con los periodistas del 'New York Times', que ha sido retransmitido en directo por el diario neoyorquino, Trump ha admitido que el "aire limpio" es un "asunto vital" y, por primera vez, ha dicho que mantendrá la "mente abierta" sobre el acuerdo climático de París, el mismo que quería saltarse. El presidente electo había llegado a asegurar durante la larga carrera hacia la Casa Blanca que lo del cambio climático era un "invento" de los chinos.
A pesar de sus cambios de opinión y la moderación que viene mostrando desde que ganó las elecciones, Trump sigue siendo el mismo y ha llegado a decir que su yerno Jared Kushner puede ayudar a lograr la paz entre Israel y Palestina. Kushner, casado con Ivanka Trump, forma parte del equipo de transición de Trump y ha asesorado al presidente electo durante toda la campaña.
"No quiero herir a los Clinton"
El presidente electo también parece haber olvidado su manía a Hillary Clinton. Tras aclamar que debería ir a la cárcel por el escándalo de sus emails, Trump ha rebajado el tono y descarta perseguir judicialmente a su rival en las elecciones del pasado 8 de noviembre: "No quiero herir a los Clinton, sería dividir al país", ha zanjado.
Durante todo momento, Trump se ha mostrado confiado y seguro de que hará un buen trabajo en la Casa Blanca. El presidente electo ha defendido los últimos nombramientos de su gabinete y ha descartado que los negocios puedan entorpecer o entrar en conflicto con su labor como presidente del país más poderoso del mundo: "Puedo llevar mis negocios y el país al mismo tiempo perfectamente".