Barack Obama dejará la Casa Blanca el próximo 20 de enero sin cumplir una de sus promesas estrella: cerrar la prisión militar de Guantánamo, un símbolo de la llamada guerra contra el terror en la que EEUU se embarcó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Sin embargo, la administración saliente está acelerando sus esfuerzos por dejar lo más vacía posible la prisión situada en una base naval estadounidense en Cuba. Según adelanta Fox, cuatro presos de Guantánamo serán trasladados a Arabia Saudí antes de que Trump tome posesión de su cargo el próximo 20 de enero. Se desconoce la identidad y nacionalidad de los presos y ni la Casa Blanca ni el Pentágono han confirmado estos movimientos.
Con este traslado el número de presos que quedarían en Guantánamo quedaría en 55, lejos de los cerca de 800 que llegó a albergar tras su apertura en 2002 ordenada por el entonces presidente, George W. Bush. Cuando Obama accedió al poder en 2009 la población reclusa en Guantánamo ascendía a 242.
Actualmente son 59 los reos del penal aunque otros 22 han recibido el visto bueno del Gobierno para ser transferidos a un tercer país.
Los otros 37 presos están a la espera de juicio o son considerados demasiado peligrosos como para quedar en libertad, pese a no poder presentarse pruebas en su contra al haber sido obtenidas bajo tortura.
Trump se opone a los traslados
El presidente electo ha expresado su oposición a la política de excarcelación de presos de Guantánamo. En su cuenta de Twitter, Donald Trump calificó a los reclusos de "personas extremadamente peligrosas". "No se les debe permitir volver al campo de batalla", dijo.
La Casa Blanca, sin embargo, respondió que es probable que se produzcan nuevas transferencias de presos antes de que Obama deje el Despacho Oval.