Como un pasajero más que venía de recoger su maleta de la cinta de equipajes de un aeropuerto, Esteban Santiago caminaba hacia la salida cuando desenfundó su arma y disparó a sangre fría a su alrededor en plena terminal. Así inició el tiroteo que acabó con la vida de cinco personas e hirió a otras ocho en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en el estado de Florida, el pasado viernes.
En el vídeo de una de las cámaras de seguridad, publicado por el portal TMZ y de 20 segundos de duración, se ve cómo el exmilitar norteamericano de 26 años pega tres disparos cuando caminaba hacia la teórica salida de la sala junto al resto de pasajeros.
Según relataron varios testigos tras el ataque, Santiago inició el tiroteo al recoger su maleta y cargar el arma en el baño. La pistola, de nueve milímetros, estaba dentro de su equipaje facturado. Según el agente especial del FBI George Piro, Santiago utilizó una pistola transportada legalmente en su equipaje.
"Todo apunta a que siguió los procedimientos de la Administración para la Seguridad en el Transporte" sobre el traslado de armas en equipaje, explicó Piro el pasado sábado. El tirador no estaba en ninguna lista de prohibición de vuelo.
El autor del crimen venía en un vuelo procedente de la capital de Alaska, Anchorage, tras una escala intermedia en Minneapolis.
Este sábado fue acusado de perpetrar un acto de violencia en un aeropuerto internacional, usar arma de fuego y causar la muerte a personas, tres delitos federales por los que comparecerá ante un tribunal de Fort Lauderdale este lunes.
Los cargos a los que se enfrenta podrían suponer la pena de muerte, en caso de que se aplique la condena máxima.
Desórdenes traumáticos tras servir en Irak
El hermano de Santiago, Bryan, declaró el viernes a NBC News que el atacante creció en Puerto Rico, en donde sirvió en la Guardia Nacional, luego fue destacado en Irak y posteriormente se mudó a Alaska, donde trabajó como guardia de seguridad.
"Era una persona normal, espiritual, una buena persona", manifestó Bryan Santiago, quien reveló que el exmilitar sufría desórdenes postraumáticos tras su experiencia en Irak.
El canal CBS señaló que en 2011 y 2012 Santiago fue investigado por pornografía infantil, aunque no hubo evidencia suficiente para acusarlo, y que en noviembre de 2016 entró en una oficina del FBI en Anchorage y dijo que estaba siendo obligado a enrolarse en las filas del Estado Islámico (EI).
Este domingo, Bryan Santiago afirmó que las autoridades estadounidenses no proporcionaron el tratamiento psicológico que solicitó su familiar tras ser destinado en Irak.
Recordó que los desequilibrios emocionales eran tan fuertes que le aconsejó a su hermano que buscara ayuda psicológica o en alguna iglesia.
El hermano del detenido señaló que Esteban llegó estar ingresado en un hospital psiquiátrico tras exponer al FBI sus problemas, pero que fue dado de alta apenas cuatro días después.
"En cuatro días ninguna persona cambia", apuntó Bryan, tras recordar que su hermano perdió a dos amigos cercanos en Irak, a lo que se unió poco después el fallecimiento de su padre.