Donald Trump mide su tono combativo ante Theresa May. La primera ministra británica ha sido la primera mandataria extranjera en visitar la Casa Blanca de Trump y ambos líderes han mostrado una gran sintonía en una rueda de prensa conjunta tras un encuentro de algo más de una hora en el Despacho Oval.
May ha esquivado las preguntas de los periodistas sobre la guerra diplomática iniciada por Trump por la construcción del muro en la frontera de México: "Es un asunto de México", ha zanjado.
Tanto la primera ministra británica como el recién investido presidente de EEUU han aseverado que quieren mantener y fortalecer su "relación especial". May ha subrayado que un acuerdo comercial entre EEUU y el Reino Unido será bueno para los dos países, "especialmente con el brexit en marcha".
Trump, que ya aplaudió el resultado del referéndum del brexit, ha pronosticado que la salida del Reino Unido de la Unión Europea será "fantástica": "Tendréis vuestra identidad, negociaréis acuerdos comerciales justos sin que nadie os imponga normas y tendréis a la gente que queráis tener en vuestro país".
"Tengo una mala experiencia" con la UE, señaló Trump. "Cuando tenía algo en algún país era muy, muy difícil obtener autorizaciones del gran grupo, lo que yo llamo el 'consorcio'. Finalmente el Brexit será una enorme ventaja, no un enorme freno" para Reino Unido, consideró el nuevo presidente de Estados Unidos.
Este sábado, el presidente Trump seguirá tejiendo sus relaciones diplomáticas. Según ha confirmado la Casa Blanca, hablará por teléfono con sus homólogos de Francia, François Hollande, de Alemania, Angela Merkel, y de Rusia, Vladimir Putin.
Nueva relación con México
Sobre la conversación que ha mantenido con Peña Nieto, Trump ha dado pocos detalles, simplemente que hacia falta “construir una nueva relación” que sea “justa”. “Hemos tenido una conversación muy amena durante casi una hora. Respeto mucho el país, tengo mucho cariño por los mexicanos pero es cierto que nos han tomado por tontos durante muchos años. EEUU tiene un deficit de 60 millones de dólares con respecto a las transacciones con México, tenemos un serio problema de drogas e inmigración ilegal que hay que solucionar. Hay que construir una nueva relación entre los dos países, que sea justa. ”, dijo el presidente de EEUU.
El magnate republicano defiende que lo único que pretende es proteger a su país. "No podemos seguir perdiendo en esta relación: perdemos dinero, perdemos trabajos para los americanos... hay que renegociar los acuerdos y otros aspectos de nuestra relación. Estoy convencido de que, al final, todo esto será bueno para los dos países. Yo represento a EEUU y defenderé siempre los intereses del pueblo americano", sentenció.