Trabajar en los Estados Unidos de forma legal es una tarea complicada para los ciudadanos extranjeros, incluso cuando se cuenta con un perfil profesional de alta cualificación. Sin embargo, con los cambios que quiere introducir la nueva Administración del presidente Donald Trump, quizá se abran más posibilidades en el sector tecnológico y científico, donde hasta ahora las plazas para foráneos que el gobierno sacaba anualmente eran copadas mayoritariamente por empresas de software indias para traer a ciudadanos de aquel país.
Existen varios tipos de visados para trabajar de forma temporal en EEUU, pero uno de los que más puertas abre es el denominado H-1B, un programa que permite a las compañías patrocinar a los empleados de fuera para realizar tareas muy especializadas, servicios de gran mérito, investigación en el campo de la Defensa o, incluso, ejercer de modelos de pasarela o publicidad. Estos permisos, entre otros, son además los que usan muchas universidades para traer a investigadores europeos, muchos de ellos científicos españoles.
En total, se conceden entre 65.000 y 85.000 plazas anuales, que mayoritariamente son demandadas por firmas tecnológicas. Las solicitudes suelen superar a la oferta, por lo que el Gobierno realiza una ‘lotería’ a través de un programa informático entre las peticiones presentadas anualmente, poniendo al mismo nivel a todos los solicitantes. Sin embargo, este sistema ha generado muchas quejas en los últimos años por el abuso de algunas compañías indias con base en EEUU.
El año pasado, por ejemplo, se registraron con intención de captar perfiles altamente cualificados más de 236.000 peticiones, frente a las 85.000 visados disponibles. La mayoría de los beneficiados fueron especialistas en informática de la India, muchos de ellos formados en universidades estadounidenses, según datos recopilados por la NPR.
La Consumer Technology Association lleva tiempo denunciando que estas empresas usan los visados H-1B para traer con la categoría de “programador informático” a trabajadores indios que luego colocan en puestos de baja cualificación, sustituyendo a empleados estadounidenses por mano de obra más barata.
Sin embargo, desde la Asociación Nacional de Empresas de Servicios de Software de la India (NASSCOM) se rechaza esa visión de que estén desplazando a trabajadores estadounidenses con mano de obra mal pagada, y se argumenta que la demanda en EEUU es enorme y que el talento indio suple la escasez de norteamericanos especializados en este campo.
La solución llegará en 2019
El Congreso ha intentado en varias ocasiones atajar este problema, pero hasta ahora no lo ha conseguido. La nueva Administración de Trump quiere acabar con esta práctica y eliminar el proceso de la lotería, de modo que primarán las peticiones para trabajadores de alta cualificación, frente a los perfiles más bajos. Pero para esto habrá que esperar al año que viene, porque la convocatoria para 2018 se abrió a principios de mes, por lo que de nuevo habrá un sorteo donde todos los extranjeros tendrán las mismas opciones, ya sean “programadores informáticos” de firmas indias o ingenieros nucleares.
Lo que sí ha anunciado la administración estadounidense es un control más exhaustivo sobre las solicitudes presentadas, para evitar que se intenten colar como trabajadores especializados a personas que luego tendrán tareas menos técnicas. El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU ha advertido de que reforzará los controles para prevenir el uso fraudulento de visas H-1B.
Además, la Agencia de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) lanzó el lunes un comunicado señalando que las políticas y directrices para el programa H-1B que se aprobaron en 2000 ya no serían válidas, y que se revisará la definición de "programador informático", poniendo el objetivo en las empresas que han usado esta categoría para cubrir puestos que no requieren altas habilidades tecnológicas
De hecho, Bloomberg informaba recientemente de que los programadores informáticos se habían llevado en 2015 el 12% del total de estos permisos, para que luego, de esa cantidad, el 41% acabaran en trabajos del bajo perfil. Además, según estos datos, las empresas de outsourcing con sede en India realizaron en 2016 más de 13.000 peticiones, ofreciendo salarios más bajos que las empresas de tecnología estadounidense, en concreto, de una media de 72.000 dólares.
Visado para atraer talento
Según viene esbozando Trump desde la campaña electoral, su objetivo es acabar con este mecanismo para que este tipo de visados sirvan sólo para atraer a EEUU a los mejores y más brillantes profesionales del mundo.
Algunas organizaciones llevan años demandando esa reforma y ven en este anuncio del Gobierno de reforzar los controles un primer paso, pero piden más.
"Más supervisión es un buen comienzo, pero los empleadores todavía pueden usar el programa legalmente para bajar los salarios y reemplazar a los trabajadores estadounidenses. Eso no cumple las promesas que el presidente Trump hizo para proteger a los empleados", sostiene Peter Robbio, portavoz de la Fundación Numbers USA Education & Research, una de las entidades que quiere cambiar el programa H-1B.
Mientras que aparentemente las perjudicadas por el futuro cambio serán las empresas de outsourcing o subcontratación de servicios indias, las grandes beneficiadas del fin del sorteo serán las empresas de tecnología de Silicon Valley, como Alphabet, Microsoft, Facebook o Apple, que hasta ahora tenían que competir con la avalancha de peticiones de visados para “programadores informáticos”.
Por ahora, no hay pronunciamientos oficiales por parte de estas empresas sobre los cambios en el programa H-1B, a diferencia de lo ocurrido cuando Trump decretó el veto migratorio a países de población de mayoría musulmana, cuando protestaron abiertamente. Estas firmas suelen reclutar a personal de alta cualificación, por lo que si disminuye la competencia india, tendrán más margen.