Puede parecer un chiste si no fuera porque se trata de un asunto de máxima importancia internacional. El pasado 11 de abril, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció que el despliegue del portaaviones nuclear USS Carl Vinson en la península de Corea en respuesta a las amenazas de Pyongyang. Sin embargo, la flota tomó el rumbo contrario, concretamente, hacia Australia y no llegarán hacia dominios coreanos hasta finales de mes, según una fuente militar surcoreana.
El Comando del Pacífico estadounidense (PACOM) dijo a principios de abril que enviaba a la península coreana al Carl Vinson -que entonces estaba previsto que participase en maniobras con Australia- en respuesta al lanzamiento de un misil balístico por parte del régimen norcoreano.
Sin embargo, según han mostrado fotos publicadas por la Armada estadounidense, el portaaviones no puso rumbo al Mar de Japón (Mar del Este) y se dirigió a aguas del Índico como estaba inicialmente previsto sin que Washington haya explicado durante las dos semanas siguientes que se mantuvo el itinerario original.
En dicho lapso la tensión en la península coreana ha ido en aumento por las alusiones de Washington a un ataque preventivo contra Pyongyang y por una nueva prueba de misiles realizada el pasado domingo por Corea del Norte, que el día anterior exhibió en un desfile unos supuestos nuevos proyectiles intercontinentales.
A esto se suma la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un realice una nueva detonación atómica subterránea en los próximos días después de que las últimas fotos tomadas por satélite de su centro de pruebas nucleares de Punggye-ri (noreste) muestren que todo parece listo para ejecutar un lanzamiento.
Seúl y Washington pueden estar debatiendo ahora la posibilidad de realizar ejercicios navales combinados en los que participe el citado buque de propulsión nuclear de la clase Nimitz (la mayor del mundo en términos militares) entre los días 25 y 28 de abril.
Pero un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano dijo, al ser consultado por Efe, que de momento el Gobierno de Seúl es incapaz de confirmar dicha información.