Funcionarios de los servicios de inteligencia de Rusia dijeron tener información potencialmente "humillante" sobre el entonces candidato presidencial Donald Trump antes de las elecciones de 2016 en Estados Unidos, indicó hoy la CNN, que citó fuentes del espionaje estadounidense.
Esta nueva información procede de conversaciones interceptadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos a espías rusos durante la campaña electoral del pasado año, en la que Trump finalmente se impuso a la candidata demócrata Hillary Clinton.
De acuerdo a estas fuentes, los rusos creían que "tenían capacidad para influir en el Gobierno (de Estados Unidos) a través de información humillante", supuestamente referida a cuestiones financieras.
No obstante, las propias descripciones de la inteligencia de Estados Unidos advierten de que estas afirmaciones "podrían haber sido exageradas o incluso inventadas", como parte de la campaña de desinformación de Moscú durante las elecciones.
"Los rusos podrían estar sobrevalorando su creencia en la influencia" en las elecciones, asegura la CNN al citar directamente a una de sus fuentes.
"Declaraciones falsas"
Por su parte, la Casa Blanca criticó estas informaciones "como una nueva ronda de declaraciones falsas y sin verificar hechas por fuentes anónimas para difamar al presidente".
"Parece que no hay límite hasta dónde irán los opositores políticos de Trump para perpetuar esta falsa narrativa, incluida la filtración de material clasificado", agregó el comunicado.
La pasada semana se dieron a conocer nuevas revelaciones sobre las conversaciones en el seno de la inteligencia rusa acerca de cómo utilizar a los asesores del entonces candidato Donald Trump para influir en las posturas del ahora presidente sobre Rusia.
En concreto, mencionaron a Paul Manafort, en ese entonces jefe de campaña de Trump, y al general retirado Michael Flynn, quien llegaría a ser asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca pero que se vio forzado a dimitir tras pocas semanas en el cargo.
Estas conversaciones forman parte de las pruebas que la inteligencia estadounidense entregó al FBI para que abriese una investigación sobre la posible injerencia rusa en los comicios presidenciales de 2016, incluyendo sus posibles contactos con la campaña de Trump.
El FBI se encuentra actualmente investigando potenciales vínculos entre la campaña electoral del presidente Trump y Rusia en relación con los comicios de 2016 y su presunta coordinación para perjudicar a la candidata demócrata.
Poco después del despido de James Comey, exdirector del FBI, a comienzos de mes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos designó a otro exdirector del FBI Robert Muller como fiscal especial para supervisar esta investigación y la posible injerencia de Moscú en las elecciones de 2016.