El presidente de EEUU, Donald Trump, anunciará este viernes un giro a la política hacia Cuba que restringirá ciertas actividades de negocios y algunos viajes de estadounidenses a la isla, cambios que prometen aumentar las tensiones con La Habana pero no paralizar el acercamiento bilateral.
Trump viajará a Miami (Florida), el refugio de muchos opositores al Gobierno de Raúl Castro, para desvelar en un discurso el resultado de la revisión que encargó en febrero sobre la política hacia Cuba iniciada por su predecesor, Barack Obama.
El mandatario no se plantea una ruptura brusca, y quiere permitir que la actividad comercial y de intercambio con Cuba continúe todo lo posible" porque aprecia "los beneficios para el pueblo cubano" de la apertura, adelantó este martes el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson.
Aduce "apoyo financiero" al régimen
Pero Trump considera que las políticas de Obama están "proporcionando apoyo financiero al régimen" de Raúl Castro, y quiere asegurarse de que no viola las leyes con sanciones a Cuba impuestas por el Congreso estadounidense durante el último medio siglo, según Tillerson.
Para ello, Trump ha decidido aplicar de manera estricta las restricciones de viajes a Cuba y prohibir el comercio con empresas cubanas que sean propiedad de los servicios militares y de inteligencia, según una directiva presidencial que se publicará este viernes y que fue adelantada por la cadena CNN y el diario Politico.
"Debemos asegurarnos de que los fondos de Estados Unidos no se canalizan hacia un régimen que no ha cumplido los requisitos más básicos de una sociedad libre y justa", indica la directiva de Trump, de acuerdo con Politico.
De hecho, su gabinete aclaró que, entre los hitos que espera del régimen cubano, están la celebración de "elecciones libres" y la "liberación de prisioneros políticos".
Bajo una estricta aplicación de las órdenes de Trump, los estadounidenses no podrían hacer ningún tipo de transacción con las empresas pertenecientes al conglomerado del Ejército, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), el cual se calcula que controla alrededor de dos tercios del comercio minorista de la isla.
Pendientes de la redacción de la medida
Pero, según expertos consultados por Efe, el impacto de esa medida dependerá de cómo la redacte el Departamento del Tesoro, y éste podría emitir excepciones a ciertas actividades comerciales con GAESA y otras empresas si lo considera necesario.
"Las compañías estadounidenses probablemente sabrán con qué empresas pueden hacer negocios porque el Tesoro publicará una lista", dijo a Efe un experto en Cuba en la American University, William LeoGrande.
Robert Muse, un abogado experto en la legislación estadounidense hacia Cuba, opina que esa medida crearía un "nivel añadido de incertidumbre" para las empresas estadounidenses interesadas en hacer negocios en Cuba, que ya deben sortear las restricciones impuestas por el embargo.
En cuanto a los viajes, la directiva citada por Politico apunta a que Trump instruirá al secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, a auditar regularmente los viajes a Cuba desde EEUU para asegurarse de que los estadounidenses están cumpliendo las reglas para evitar transacciones relacionadas con GAESA.
12 categorías legales para viajar
Los estadounidenses tienen prohibido viajar como turistas a Cuba, pero sí pueden visitar la isla bajo 12 categorías legales, como los intercambios educativos y culturales, y la directiva de Trump les pide tener documentos claros que acrediten que entran en esas categorías o podrían enfrentar multas, según Politico.
Obama permitió que los estadounidenses se "autocertificaran" sin muchas explicaciones como participantes en una de las 12 categorías permitidas, lo que ha facilitado el negocio a las aerolíneas y cruceros que han comenzado a hacer trayectos comerciales a la isla.
"Para Cuba, una reducción en el flujo de viajeros de estadounidenses podría tener un impacto altamente dañino", dijo a Efe el presidente emérito del centro de estudios Diálogo Interamericano, Peter Hakim.
En cambio, la importancia de Cuba para la estrategia geopolítica de Trump es "extremadamente limitada", recordó Hakim, que pronosticó que el anuncio no dañará las relaciones de EEUU con Latinoamérica, cuya reacción será probablemente "muy tenue".