El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aclarado este jueves que no grabó sus conversaciones con el exdirector del FBI James Comey ni tiene en su poder ninguna grabación relativa a estos contactos, aunque no ha descartado que sí que existan las "cintas" a las que él mismo aludió después de cesar a Comey.
"Con toda la vigilancia electrónica, interceptaciones y filtraciones ilegales de información, no tengo ni idea de si hay 'cintas' o grabaciones de mis conversaciones con James Comey, pero yo no las hice y no las tengo", ha matizado Trump en su cuenta de Twitter.
Días después de cesar de forma fulminante al responsable del FBI, Trump tuiteó el 12 de mayo una aparente advertencia a Comey en la que planteaba que "sería mejor que no existiesen 'cintas' de las conversaciones" que ambos habían mantenido en los últimos meses.
Los congresistas que investigan las supuestas relaciones entre el equipo de Trump y las autoridades rusas durante el proceso electoral de 2016 habían solicitado estas supuestas grabaciones a la Casa Blanca, que se había mostrado ambigua en relación a su posible existencia.
El cese de Comey, atribuido inicialmente a su gestión de las investigaciones abiertas sobre la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, ha sembrado todo tipo de dudas en torno a las presiones que podría haber ejercido Trump para tratar de frenar las pesquisas abiertas en relación a sus vínculos con Moscú.
Trump reconoció que está siendo investigado por este despido y Comey confirmó este mes ante el Senado norteamericano que el presidente le pidió "lealtad" para sugerirle que archivase las pesquisas abiertas sobre el exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.