El hijo mayor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump Jr., aseguró este martes que no le contó a su padre la reunión que mantuvo durante la campaña electoral del año pasado con una abogada rusa que supuestamente tenía información dañina contra la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.
"No había nada que contar. Fue una total pérdida de tiempo de 20 minutos, lo cual fue una pena", ha señalado Trump Jr. en una entrevista con la cadena Fox News, en la que ha añadido que ni se acordaba de la reunión hasta que el periódico The New York Times informó de ella este fin de semana.
En las primeras declaraciones de Trump Jr. desde que estalló el escándalo, también confesó que visto "en retrospectiva" hubiese hecho las cosas "algo diferente".
"Para mí, esto era investigar a la oposición", justificó el hijo del presidente, que indicó que tenía la esperanza de que la abogada tuviese "pruebas tangibles" sobre los "escándalos" de Clinton que, en su opinión, la prensa no había recogido "durante los últimos años".
Insistió, sin embargo, en que la reunión "no llevó a ninguna parte".
El Times reveló este fin de semana la existencia de esta reunión y publicó que Trump Jr. fue informado por correo electrónico antes del encuentro de que la información que supuestamente traía la abogada rusa Natalia Veselnitskaya estaba vinculada con la labor de espionaje del Kremlin.
Hoy, Trump Jr. divulgó en su red social de Twitter estos correos para ser, en sus palabras, "totalmente transparente" sobre cómo y por qué se gestó su encuentro con Veselnitskaya, celebrado el 9 de junio de 2016 en la Torre Trump de Manhattan.
En uno de esos correos, Rob Goldstone, el publicista que preparó la reunión con la letrada rusa, advierte a Donald Trump Jr. de que iba a recibir "algunos documentos oficiales e información que podrían incriminar a Hillary (Clinton) y sus relaciones con Rusia", y que serían "muy útiles" para su padre, entonces candidato republicano a la Casa Blanca.
"Se trata obviamente de una información de muy alto nivel y sensible, pero es parte del apoyo de Rusia y su Gobierno al señor Trump", agrega Goldstone en el correo.
La respuesta de Donald Jr. a ese correo, fechado el 3 de junio de 2016, es la siguiente: "Si es lo que dices me encanta".
Posible violación de las leyes electorales
El hijo de Trump, que ahora no ocupa cargo público alguno, podría haber violado las leyes electorales que prohíben solicitar, "implícita o explícitamente", compensación monetaria o en especias de un gobierno extranjero, más aún cuando éste es considerado adversario.
En la reunión del 9 de junio de 2016, revelada el sábado por el diario The New York Times, estuvieron presentes el asesor presidencial y yerno de Trump, Jared Kushner, y el entonces jefe de campaña de Trump Paul Manafort. En resumen, la cúpula de la campaña.
Dos días antes, ante la certeza de que se proclamaría candidato presidencial republicano, Trump realizaba un anuncio que hoy cobra un significado más amplio: que iba a hacer revelaciones sobre "los Clinton" con información "muy, muy interesante".
El senador de Virginia Mark Warner aseguró que es "sorprendente que la reunión no se revelara antes y que sea la primera vez que el público tiene pruebas claras de que la campaña de Trump obtuvo información de un posible agente extranjero para interferir en la campaña de Hillary Clinton".
La organización Common Sense ha presentado una queja formal al Departamento de Justicia y a la Comisión Electoral Federal (FEC) para que investigue una posible violación de las leyes electorales por parte de la campaña de Trump al haber solicitado ayuda a un gobierno extranjero en forma de "investigación de campaña".
El senador demócrata y excandidato a vicepresidente Tim Kaine aseguró que el asunto "ya va más allá de la obstrucción a la Justicia" y se acerca al perjurio, ya que el presidente ha negado repetidas veces que tuviera conocimiento de colaboración de su campaña con operativos rusos, algo que ahora no está fuera de cuestión.
Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado durante la anterior administración, consideró que aunque los correos electrónicos no muestran colusión directa, sí indican disposición a colaborar con Rusia.
En opinión de la profesora de derecho de la Universidad de Georgetown Victoria Nourse "los correos son una prueba clara de la intención de la campaña de prepararse para solicitar apoyo de un gobierno extranjero. Cualquier profesional de campaña habría llamado al FBI".