Los restos de un hombre que ha muerto en el 11-S, el atentado terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, han sido identificados esta semana, casi 16 años después de la tragedia. La identidad de la víctima no ha sido revelada, a pedido de su familia, según ha informado el departamento de medicina forense de Nueva York. 

El hombre es la primera víctima en identificarse desde 2015. El atentado mató a 2.753 personas en total, pero a día de hoy, sólo se han podido identificar a 1.641. Década y media después de que miembros de Al-Qaeda decidieran estrellar dos aviones contra las Torres, el departamento sigue con sus labores de investigación, intentando entregar los restos mortales de las víctimas a sus familias. 

Los especialistas están utilizando test de ADN y otro tipo de pruebas para tratar de identificar los fragmentos de hueso encontrados. A lo largo de estos años la tecnología utilizada ha avanzado enormemente y se han dedicado varios millones de dolares a la investigación.

Los avances se hacen poco a poco. Las altas temperaturas a las que estuvieron sometidos los cuerpos, junto con las bacterias y los químicos involucrados en la explosión y el colapso de los edificios hicieron que la identificación de los más de 21.900 restos encontrados -que son cotejados con las muestras de ADN enviadas por las familias- fuera muy complicada. 

Barbara Sampson, la investigadora responsable del departamento ha señalado que los expertos siguen trabajando en la identificación de los restos, aprovechando los avances en los métodos y tecnologías disponibles. "Este trabajo es vital porque cada nueva identificación trae respuestas a una familia destruida por una pérdida tremenda", ha dicho la médico en declaraciones al The New York Times.

Las nuevas tecnologías utilizadas a inicios de año en el laboratorio de investigación de ADN han permitido identificar a una nueva víctima, después de que todos los otros test hubieran dado negativo. Algunas de las muestras habían sido testadas diez o más veces hasta que se consiguió un resultado positivo. Las innovaciones tienen que ver con el aumento de sensibilidad de la tecnología utilizada, que consigue extraer más información y optimizar el método de extracción de los huesos. 

En 2015 había sido identificado Matthew David Yarnell. Tenía 26 años cuando murió y trabajaba en el 97 piso de la torre sur. 

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