Acorralado por la críticas ante su tibia respuesta tras el ataque de los supremacistas blancos este sábado en Charlotteville, el presidente Trump ha condenado con algo más de firmeza los incidentes que se han cobrado la vida de tres personas. "El racismo es el mal y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el Ku Klux Klan, los neonazis, los supremacistas blancos y cualquier otro grupo de odio".
El presidente ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa en la Casa Blanca, adonde ha regresado este lunes desde sus vacaciones en Nueva Jersey para reunirse con su equipo. Tras el atropello de un manifestante el sábado, Trump acertó a condenar la violencia "de ambas partes".
Ante el revuelo que causaron sus palabras entonces, sin señalar directamente a los grupos violentos, la Casa Blanca se vio obligada a emitir un comunicado en el que aseguraba que cuando Trump hablaba de "odio" hacia referencia a los grupos neonazis o al KKK. "El odio, la intolerancia y la violencia no tienen lugar en EEUU", defendió.
Trump también ha anunciado una investigación a fondo sobre lo sucedido en Virginia este fin de semana y dedicará "todos los recursos necesarios" del Gobierno federal para encontrar responsables: "Habrá justicia", ha proclamado en una comparecencia sin preguntas.