Al menos diez personas han muerto este lunes en los devastadores incendios en el norte de California (noroeste de Estados Unidos), que ya han arrasado casi 29.000 hectáreas y han provocado la evacuación de, al menos, 20.000 personas de sus casas, informaron las autoridades locales.
Hasta 1.500 edificios han sido destruidos y más de 103.000 personas se encuentran sin gas ni electricidad, especialmente en los condados de Napa y Sonoma, dos de las zonas más dañadas.
Fue en el condado de Napa donde, durante la madrugada, se registraron tres grandes incendios y varios de menor envergadura, indicó Molly Rattigan, portavoz del condado.
Esos incendios se han ido extendiendo a lo largo de las horas, provocando nuevos focos, y llevaron al gobernador del estado, Jerry Brown, a declarar el estado de emergencia en algunos condados del norte de California, donde se encuentran gran cantidad de los viñedos que hacen famoso el vino de estas tierras.
"Esto es realmente serio, se está moviendo muy rápido. El calor, la falta de humedad y los vientos nos están llevando a una situación muy peligrosa y lo están empeorando", dijo Brown durante una rueda de prensa, en la que admitió: "No está bajo control, pero estamos intentándolo de la mejor forma que podemos".
En estos momentos, uno de los incendios más violentos se encuentra en la localidad de Santa Rosa, en el condado de Sonoma, con una gran franja del norte de la ciudad bajo orden de evacuación y las escuelas cerradas. También han sido evacuados hospitales y negocios.
Media docena de distritos escolares en el norte de California han cerrado sus escuelas al igual que la Universidad Estatal del condado de Sonoma.
El peor incendio en la historia reciente de California fue en Cedar, en el condado de San Diego en 2003, que destruyó más de 2.800 hogares.