Una veintena de pioneros de internet. Más de 22 millones de comentarios. 27 senadores. Gigantes como Google, Facebook, Amazon o Netflix. Todos ellos se han mostrado contrarios a la decisión de que la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) de acabar con la neutralidad en la red que puso en marcha la administración de Barack Obama en 2015. Con esta aprobación, elegir una operadora de internet significará elegir también qué medios leer, qué propaganda se va a recibir y qué ideología estaría presente cada vez que se accede a la red.
Sería el fin de internet tal y como se conoce actualmente, sin el mismo tratamiento para todo el tráfico de datos. Esta política tendría repercusiones también en Europa en cuanto a contenidos que se encuentren en servidores estadounidenses. Algunas operadoras intentarían reflejar la situación.
A efectos prácticos, cuando se opta un servicio de internet u otro se hace habitualmente por el precio. El fin de la neutralidad en la red supondría que las operadoras pudiesen elegir la velocidad o el libre acceso a las distintas webs. Teniendo en cuenta que los proveedores pertenecen a grandes grupos de comunicación, tendrían la libertad de capar el acceso a la competencia o de potenciar la entrada en sus medios. Es el caso de Verizon, AT&T o Comcast.
Con la aprobación del texto llamado 'Restauración del orden de la libertad en internet', las compañías tendrían que contar a los clientes las limitaciones de su servicio antes de contratarse. Incluso con eso, la red de acceso a todo que hay en la actualidad dejaría de existir como tal.
Ajit Pai, el presidente de la comisión, defiende la eliminación de la protección promulgada por la anterior legislación explicando que promovería la competencia y que las infraestructuras se hiciesen más potentes.
"Un internet libre y abierto es vital para garantizar la igualdad de condiciones en línea, y creemos que su acción propuesta puede basarse en una comprensión incompleta del registro público en este procedimiento". Así se expresó en una carta dirigida a Pai un grupo de 27 senadores liderados por la demócrata Maggie Hassan.
Entre los 22 millones de comentarios registrados en la agencia muchos criticaban este cambio. De su lado se han posicionado grandes empresas como Apple que creen que internet tendría una “competencia distorsionada”. El acceso a información de compañías más potentes podría tener ventajas respecto a otras como startups.
Fight for the Future, un grupo dedicado a proteger los derechos en internet, había iniciado una campaña bajo el nombre 'Break the Internet' para detener la votación y mostrar un hipotético futuro internet en el que las webs favoritas de los usuarios ya no estarían disponibles.
Otros 20 pioneros de internet como Steve Wozniak de Apple, o Mitchell Baker de Mozilla también han mandado una carta al Congreso para pedir que se cancele la votación, afirmando que la medida provocaría "la supervisión de otras discriminaciones no razonables".