“Me está ayudando a vender libros y además su comportamiento prueba que lo que escribo es cierto. ¿A qué dirección tengo que enviar la caja de bombones?”. Al veterano periodista estadounidense Michael Wolff le ha tocado la lotería: acaba de publicar un libro sobre el primer año de mandato de Donald Trump. Aunque no es el único que se ha escrito ni se escribirá al respecto, la Casa Blanca y el propio presidente, en una maniobra torpe e inédita, le ha regalado una campaña promocional mundial intentando impedir la publicación y desacreditando su trabajo incluso antes de haberlo leído.
El libro ha puesto una vez más del revés a la Administración Trump y ha evidenciado lo que muchos sospechaban: su Gobierno es un caos y trabajar con él es cómo hacerlo con un niño. El texto revela incluso que su propio equipo pone en duda la capacidad del presidente para ejercer el cargo, además de una ristra de jugosas revelaciones sobre el día a día del polémico magnate al frente de un país que nunca aspiró realmente a presidir.
Mientras las colas en las librerías se multiplican y crecen los pedidos de Fuego y Furia: dentro de la Casa Blanca de Trump, Wolff ya ha iniciado su propia gira de promoción por las televisiones estadounidenses. Lo primero que ha tenido que hacer en las entrevistas es prometer que todo lo publicado es cierto y que sí ha hablado con Trump, algo que el propio presidente ha negado en una serie de tuits. “Por supuesto que he hablado con él, aunque no sé si era consciente de que nuestra conversación era una entrevista, pero lo cierto es que no era 'off the record' para nada”.
Tres horas con Trump
En una entrevista en la NBC, Wolff asevera que su retrato de los entresijos de la Casa Blanca de Trump se basa en una multitud de “rigurosas” entrevistas con su círculo más cercano y que su “ventana de contacto” con el presidente fue “significativa” y directa. Según sus cuentas, ha estado más de tres horas con él, antes y después de que ganara las elecciones de noviembre de 2016, esas a las que se presentó para favorecer a sus negocios y que no pensaba en ningún momento ganar, según revela el libro.
Los estériles esfuerzos de la Casa Blanca por frenar la publicación de un libro que han calificado directamente como una “basura llena de mentiras” sí han conseguido una cosa: poner en duda la profesionalidad de Wolff y cuestionar sus métodos para conseguir información.
Las redacciones de los grandes periódicos de EEUU ya tienen en sus manos, como mínimo, un ejemplar del polémico libro y escudriñan línea a línea lo publicado por Wolff para comprobar su veracidad. La corresponsal del New York Times en la Casa Blanca, Maggie Habberman, cree que “conceptualmente” lo publicado es cierto aunque “algunos de los detalles” que aparecen en el explosivo libro “son incorrectos”.
Además, Habberman desliza que los dos protagonistas de esta historia no son tan distintos: “De alguna forma Michael Wollf y Donald Trump se parecen. Hay una razón por la que se conocen antes de que Trump ganara las elecciones… y se refiere a él directamente como Donald”.
No es la única periodista de prestigio que pone la sombra de la duda sobre Wolff. Otras voces ya sugieren que este periodista es conocido en el gremio por “quemar” sus fuentes y saltarse los anonimatos y los off the records sin mirar atrás.
Al autor de ‘Fuego y Furia’ no parecen importarle todas las insinuaciones sobre sus técnicas de reporterismo y asegura que lo tiene todo “grabado y anotado, como cualquier periodista”: “Nunca me han rectificado, el hombre que cuestiona mi credibilidad es el la persona con menos credibilidad sobre la faz de la tierra”, ha sentenciado sobre los ataques de Trump, que ha animado a bucear en el pasado del periodista.
Wolff no esconde en público que es la clase de periodista que no conoce límites cuando se trata de conseguir una exclusiva. Una presentadora estadounidense le ha preguntado este viernes directamente si tuvo que hacerle mucho la pelota a Trump para conseguir acceso directo al Ala Oeste. La respuesta no ha podido ser más directa: “Hice y dije todo lo que fue necesario para conseguir la historia”.