El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asumido que el Gobierno estadounidense mantendrá su déficit en la próxima década, al presentar una propuesta de presupuesto que solicita fondos para el muro en la frontera con México y contempla recortes en programas sociales y de protección del medioambiente.
Trump presentó este jueves una propuesta de presupuesto que dotaría al Gobierno federal de 4,4 billones de dólares durante el año fiscal 2019, que comienza el próximo octubre, aunque no está claro que ese plan pueda salir adelante en el Congreso, dado que los legisladores ya aprobaron la semana pasada un ambicioso plan de gasto.
Lo que sí dejó claro la propuesta de presupuesto de la Casa Blanca es que Trump, que abogó en su campaña electoral por una mayor disciplina fiscal y por eliminar el déficit en las cuentas públicas, ha aceptado que no podrá cumplir ese objetivo tradicional de los republicanos.
"No podemos equilibrar el presupuesto. Espero que haya algo de valor en ser honestos sobre cuál es la situación fiscal", dijo el director de la oficina de gestión y presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, en una conferencia de prensa.
La propuesta presupuestaria de Trump ampliaría el déficit en las cuentas públicas a 984.000 millones de dólares en el año fiscal 2019, lo que supone un 4,7 % del producto interior bruto (PIB) y es casi el doble de lo que el plan de gasto presentado hace un año pronosticaba para el mismo periodo.
El Gobierno de Trump pretende, sin embargo, reducir gradualmente el déficit a partir de 2020, con el objetivo de situarlo en 363.000 millones de dólares en 2028, lo que supondría el 1,1 % del PIB.
"Lo que queremos hacer es cambiar la trayectoria" de las cuentas públicas, y para ello hay que "recortar extraordinariamente el gasto", explicó Mulvaney.
No está claro que la propuesta de presupuesto de Trump para 2019 vaya a hacerse realidad, dado que el Congreso ya aprobó la semana pasada un plan que estableció los niveles de financiación del Gobierno durante los próximos dos años y aumentó en 300.000 millones el gasto en defensa y programas nacionales.
Pero ese marco general aún debe traducirse en partidas concretas de gasto, y la Casa Blanca confía en convencer a los legisladores de invertir en sus prioridades y recortar en ciertos programas, como los de ayudas sociales.
"Tenemos dos mensajes principales al Congreso: Uno, no tienen que gastar todo este dinero, pero si lo hacen, nos gustaría que fuera en estos temas. Y dos, no tenemos por qué tener déficits de billones de dólares para siempre", subrayó Mulvaney.
La propuesta presupuestaria incluye una petición de 1.600 millones de dólares para cercar unos 104 kilómetros (65 millas) de los 3.180 kilómetros de la frontera con México, en la zona del valle del río Bravo (Texas).
Trump pidió hace un año la misma cuantía, 1.600 millones, para construir un muro en la misma área y en San Diego (California), pero el Congreso no ha aprobado por ahora esa solicitud.
Por tanto, la Casa Blanca confía en que el Congreso les conceda la suma de esas dos propuestas, 3.200 millones de dólares, y además, que autorice otros 18.000 millones para el muro como parte de una ley migratoria que también sustituiría el programa DACA para jóvenes indocumentados.
"Estamos seguros de que conseguiremos un acuerdo sobre DACA" que incluirá fondos para el muro, aseguró Mulvaney.
El plan de Trump contempla invertir 13.000 millones de dólares más para combatir la epidemia de adicción a opiáceos en el país, además de aumentar el gasto en defensa y recortar en un 32 % el presupuesto del Departamento de Estado, incluida la ayuda exterior.
Además, recortaría en un 34 % el presupuesto de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en inglés), y eliminaría la mayoría de los programas relacionados con el cambio climático, y contempla recortes a programas sociales como los seguros médicos subvencionados para ancianos y pobres (Medicare y Medicaid).