El fiscal especial Robert Mueller, encargado de investigar la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de EEUU de 2016, ha presentado nuevos cargos contra dos altos cargos de la campaña del presidente, Donald Trump.
Según documentos judiciales, Mueller ha presentado este jueves oficialmente una nueva acusación contra Paul Manafort, quien fuera jefe de campaña del multimillonario entre mayo y agosto de 2016, así como contra su mano derecha, Rick Gates, con un total de 32 nuevos cargos vinculados a fraude bancario y evasión de impuestos.
Tanto Manafort como Gates ya se declararon no culpables el pasado mes de octubre de 12 cargos presentados contra ellos en la investigación de la trama rusa, entre los que destacaron los delitos de "conspiración contra Estados Unidos" y lavado de dinero.
De los nuevos 32 cargos presentados en esta ocasión, 16 de ellos están relacionados con declaraciones de la renta falsas, otros siete cargos por no documentar cuentas en bancos extranjeros, cinco cargos por conspiración de fraude bancario y otros cuatro por fraude bancario de facto.
Los nuevos cargos presentados por Mueller se conocen mientras aumenta la presión sobre la estrategia legal de Gates, cuyos tres abogados han pedido abandonar el caso, una solicitud que el juez está considerando.
Asimismo, el pasado martes, un abogado vinculado estrechamente con Gates, Alex van der Zwaan, se declaró culpable de mentir al FBI en el curso de la investigación rusa, una táctica que podría seguir el propio Gates después de declararse no culpable el pasado año.
En concreto, Van Der Zwaan no desveló al FBI que la última vez que se había comunicado con Gates por teléfono fue en agosto de 2016 y tampoco dijo que se vieron en persona por última vez en 2014.
Van Der Zwaan tampoco explicó a los agentes del FBI que "en secreto" había grabado unas conversaciones que tuvo con Rick Gates y con un individuo cuyo nombre no ha desvelado el fiscal especial y al que identifica en su escrito de acusación como "persona A".
Van Der Zwaan trabajó para el prestigioso despacho de abogados Skadden Arps, con sede en Nueva York y descrito por Forbes como "el más poderoso de Wall Street", y es yerno de German Khan, un poderoso empresario nacido en Ucrania y que ha hecho numerosos negocios con el sector energético ruso.