Samir, de seis años, y su madre, Levis, llevan separados dos semanas. Los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos llevaron al pequeño "para darse una ducha", con la promesa de traerlo "de inmediato". Pero eso no sucedió. A Samir le ingresaron en uno de los almacenes y tiendas de campaña que estos días se han convertido en centros de detención, utilizados para retener a los niños y separarlos de sus familias, que intentan entrar en Estados Unidos sin documentación.
Dentro de esas tiendas hay jaulas con cercas de metal y una grabación publicada por ProPublica esta semana daba cuenta de la situación límite que viven los niños ubicados allí. En ella se escuchan llantos que no cesan, la insistente llamada de "mami" y "papi" y la indiferencia de los agentes que se burlan de la situación. Samir es uno de esos niños.
Su madre está intentando recuperarle y su abogado ha publicado en Twitter una carta que le escribió a Samir, diciéndole que no está solo y que está haciendo todo lo que puede para que vuelvan a estar juntos. "Quiero que sepas que no te he abandonado, mamá aquí está y pienso mucho en ti (...) Ya no sé ni que palabras decirte para que sepas lo mucho que te amo (...) siento que me han arrancado un pedazo de mi corazón".
La carta es desgarradora y un ejemplo de las historias dramáticas que les está tocando vivir a los inmigrantes que intentan entrar en EEUU estos días. "Amor esto es temporal (...) ya verás como muy pronto estaremos juntos. (...) cuando salgamos de aquí te voy a llevar al acuario, como te prometí. (...) Sos mi príncipe, mi guerrero, el amor de mi vida, mi razón de ser".
"Quiero verte cara a cara, decirte que sos mi orgullo, sis mi motor, no te preocupes hijo mío, que yo estoy bien... sé que estás sufriendo. (...) Todo el día hablo de ti con mis amigos y les digo lo especial que sos, que eres el niño más especial que conozco. (...) Muy pronto, pero muy pronto estaremos juntos."
El abogado de Levis destaca que cada día se encuentra con relatos idénticos, de padres desesperados por reunirse con sus hijos a los que está intentando ayudar.
En los últimos días Trump ha recibido muchas críticas, tanto de la opinión pública como de su propio partido. Hasta la primera dama, Melania Trump, ha dicho que habría que "gobernar con corazón".
Ante las críticas, el presidente de EEUU ha justificado su decisión diciendo que "algunos de los peores criminales" del mundo "usan" a niños inmigrantes para entrar en el país. "¿Ha mirado alguien el crimen que ocurre al sur de la frontera? Es histórico, con algunos países como los más peligrosos del mundo", agregó Trump sin citar ejemplos. Además, en otro mensaje se preguntó "¿Dónde está el clamor por los asesinatos y crímenes causados por pandilleros y matones, incluida la banda MS-13, entrando en nuestro país de manera ilegal?".
En las últimas horas, Trump ha vuelto a Twitter para decir que "el crimen en Alemania ha subido un 10% desde que empezó a aceptar a los inmigrantes. Otros países están incluso peor". "América, sé lista", termina la publicación.
Angela Merkel se ha apresurado a desmentir la información, señalando que las estadísticas hablan por si solas, y desvelan una bajada de 9,6% en los delitos cometidos en Alemania, la caída más fuerte en 25 años.
EEUU, fuera del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
Este martes, Trump ha decidido también retirar a EEUU del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En una rueda de prensa sin preguntas en Washington, la embajadora de este país ante la ONU, Nikki Haley, justificó la decisión con las posturas del órgano sobre países como China, Venezuela, Cuba o la República Democrática del Congo, ya que, a su juicio, "no respetan" los derechos humanos.
Por este motivo y por el "prejuicio crónico" del Consejo contra Israel, este órgano "no es digno de su nombre"."No dudamos de que su creación fue con buena fe, pero tenemos que ser honestos: el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un pobre defensor de los derechos humanos", apuntó también el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El anuncio llega un día después de que la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunciara la separación de cientos de miles de niños inmigrantes de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos en los últimos meses.
Los activistas de derechos humanos temen que una retirada de Estados Unidos afecte a los fondos del Consejo, dado que Washington hace aportaciones para que sus mecanismos de investigación y supervisión en el mundo puedan operar.