El Tribunal Supremo de Estados Unidos concedió este martes a Trump una importante victoria al avalar su polémico veto migratorio en la "versión 3.0". Esta decisión de la mayoría conservadora del alto tribunal supone un importante espaldarazo a la retórica antiinmigración que el presidente estadounidense lleva predicando desde que ocupa la Casa Blanca.
El propio Trump sólo acertó a celebrar la noticia con un lacónico "guau" en su cuenta de Twitter. La Casa Blanca completó la sensación de triunfo con un comunicado en el que calificaba la decisión de Supremo como una "tremenda victoria" y una "profunda reivindicación" después de “meses de comentarios histéricos de los medios y políticos demócratas que se niegan a hacer lo que hay que hacer para asegurar nuestra frontera y nuestro país.”
La sentencia, redactada por el juez John Roberts, despeja toda las dudas sobre la capacidad del presidente para aprobar esta medida restrictiva. Considera que Trump ejerció "legalmente" su poder para "suspender la entrada" de extranjeros al país, un poder que le corresponde a la presidencia. El Supremo también considera que el veto migratorio no vulnera la primera enmienda de la Constitución americana, que impide al Gobierno favorecer a una religión frente a otra.
Las restricciones del veto migratorio, que está aplicándose desde diciembre, afectan a Libia, Irán, Somalia, Siria y Yemen e impone restricciones para los ciudadanos de Venezuela y Corea del Norte desde el pasado septiembre. La polémica medida avalada ahora por el Supremo supone la prohibición de vivir, trabajar, estudiar o hasta ir de vacaciones a Estados Unidos.
La introducción de dos países que no albergan una mayoría musulmana supuso un duro golpe a la argumentación de los que querían tumbar esta iniciativa que Trump lleva intentando sacar adelante desde que se sentó en el Despacho Oval. Los demandantes, liderados por Hawái, habían denunciado las declaraciones del magnate republicano sobre la necesidad de implementar un veto contra los musulmanes y el hecho de que discrimine en base a la religión.
La organización American United, que forma parte del grupo que demandó inicialmente la iniciativa de Trump, se quejó de que la decisión de este martes "reniega de uno de los valores fundacionales" de EEUU: "El Gobierno nunca puede apuntar a la religión de alguien para discriminarle".
¿Debilidad frente al terrorismo?
Por su parte, la líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, alertó hoy de que el veto migratorio da a los "enemigos" del país "una nueva y poderosa herramienta de reclutamiento": "La cruel prohibición del presidente Trump debilita nuestra lucha contra el terrorismo".
Pelosi tachó el fallo del alto tribunal como "peligroso", y consideró que "socava" los valores, la seguridad y la Constitución de EEUU.
En la misma línea se ha pronunciado Chuck Summer, líder de la minoría demócrata, que valora la decisión del Supremo como un "retraso" para el país que "no mejora la seguridad nacional".