La fusión de Trump y Putin y otras portadas de TIME que arremeten contra el presidente de EEUU
El presidente norteamericano, que se considera el Hemingway de Twitter, mantiene una guerra contra el mundo que la revista ha inmortalizado en sus páginas. Sus políticas controvertidas, o sus polémicas declaraciones le han servido a los ilustradores del semanario para documentar los principales hitos de su presidencia hasta el momento. Su última creación es una fotografía que mezcla los rostros de Trump y Putin.
¿Trump o Putin? No queda claro en la última portada de la revista, que mezcla sus dos rostros. Time se vale de esto para criticar la forma en que el presidente estadounidense actuó en las reuniones con su homólogo ruso en Helsinki. Para el semanario, el ataque de Rusia a las elecciones 2016 se diseñó para dañar la fe en la democracia, y el presidente Trump no defendió la soberanía del país al decir que no ve razón por la que podría haber sido Rusia. El texto expone que a pesar de que el Fiscal General le mostró evidencias al Presidente de la injerencia rusa él no respaldó a sus servicios de inteligencia. Trump se retractó de sus comentarios 24 horas después, pero ya el daño estaba hecho.
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Esta foto de James Moore se ha convertido en un símbolo del debate sobre la inmigración en Estados Unidos. La decisión de la administración Trump de separar a los niños inmigrantes de sus padres al cruzar la frontera ha alarmado a personas de todo el mundo. La revista ha dedicado a los sucesos una portada, en la que se ve a una niña hondureña llorando a los pies de un Trump arrogante dispuesto a todo para defender su "América para los americanos". El número de la revista busca alertar a los ciudadanos y llevarlos a preguntarse en qué país se convertirá Estados Unidos si esto persiste.
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La portada pretende ilustrar la relación tensa e inestable que mantiene el mandatario estadounidense con su equipo de gobierno. El texto cuenta una anécdota en la que el mandatario se reunió con un grupo de políticos para discutir tareas del Congreso y las elecciones de mitad de periodo, pero Trump no pudo evitar imponer sus caprichos. Toda la tarde se dedicó a criticar el libro "Fire and Fury" que su antiguo consejero Stephen Banon publicó y muestra una imagen desfavorable de él. Tras el ataque de furia el Presidente se dedicó a hacer lo que mejor hace: felicitarse por algunos logros de su administración.
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El número expone que mientras Trump se dedica a usar Twitter los miembros de su gabinete reescriben las reglas del gobierno. Time afirma que la administración ha tomado miles de acciones que afectan a todos en silencio, desde el trabajador más pobre hasta el inversionista más rico. Jope Hicks, exdirectora de comunicación de la Casa Blanca aseguró que "Ningún presidente o administración ha desregulado o retirado tantas acciones regulatorias anticipadas como ésta en tan corto periodo de tiempo".
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"El hombre más poderoso del mundo escogió una semana ocupada para iniciar una guerra contra el deporte más popular de Estados Unidos", aseguró la revista. A pesar de tener que negociar con Corea del Norte, atender a los millones de estadounidenses que se quedaron sin luz, agua o electricidad a raíz del huracán María en Puerto Rico, enfrentarse al Senado para impulsar un plan de modernización del sistema de salud; Trump encontró tiempo para atacar a los deportistas por no mantener una postura "respetuosa" mientras sonaba el himno nacional antes de los partidos. El presidente dijo que eran unos millonarios privilegiados, irrespetuosos y desgraciados. Para la revista fue algo extraordinario que un presidente dedique tanta energía a atacar a los atletas por ejercer pacíficamente sus derechos de la Primera Enmienda.
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El semanario considera que Donald Trump se comprometió a transformar el sistema durante su campaña y está cumpliendo esa promesa. Pero, la victoria de Trump no está garantizada porque “en el primer mes de su presidencia, el multimillonario de Nueva York ha sido testigo de la lección de Sansón: derribar el templo puede ser doloroso si lo intenta desde el interior”.
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Esta ilustración muestra a un Trump derretido y abatido. En sus primeros meses de gobierno el Presidente tuvo que enfrentarse al rechazo de gran parte de la población del país y de poderosos políticos de su propio partido. Al parecer nadie estaba contento con sus primeros pasos y muchos dudaban que tendría la capacidad de apagar todos los fuegos que iban saliendo.
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La portada describe al presidente Donald Trump como "bully", hombre de espectáculos, aguafiestas y demagogo. Con estas cualidades ¿se puede ser presidente de Estados Unidos? Al parecer sí, porque en el 2016 se sumó a la lista de 44 líderes que han presidido Estados Unidos.
