El presidente estadounidense, Donald Trump, elogió este lunes directamente al fallecido senador republicano John McCain, por primera vez desde su muerte el pasado sábado, después de dos días de polémica sobre la tibia respuesta del mandatario a la pérdida de uno de sus enemigos políticos.
"Nuestros corazones y oraciones están con la familia del senador John McCain", dijo Trump durante una cena en la Casa Blanca con líderes evangélicos.
"Apreciamos mucho todo lo que el senador McCain ha hecho por nuestro país", añadió el presidente.
Esa última frase supuso la primera referencia directa de Trump al legado o la figura de McCain, quien mantuvo una tensa relación con el mandatario hasta su fallecimiento a los 81 años por un cáncer cerebral.
Este domingo, el diario The Washington Post informó de que Trump había rechazado emitir un comunicado oficial que habría calificado de "héroe" al senador por su desempeño en Vietnam, donde fue prisionero de guerra.
Trump dijo que prefería reaccionar en Twitter, pero emitió un mensaje que no contenía ninguna alabanza a la figura de McCain y se limitaba a expresar su "más profunda compasión y respeto para la familia" del legislador.
La polémica continuó este mismo lunes, cuando la Casa Blanca amaneció con las banderas izadas, después de haber sido bajada tras la muerte del senador el pasado sábado.
A media tarde, Trump emitió un comunicado en el que informaba de que había vuelto a bajar a media asta las banderas.
"A pesar de nuestras diferencias políticas, respeto el servicio a nuestro país prestado por el senador John McCain y, en su honor, he firmado la proclamación de que la bandera de Estados Unidos ondee a media asta hasta el día de su entierro", el domingo, sostuvo Trump.
Trump también confirmó que no asistiría al funeral de McCain, cuya familia no quiso invitar al actual presidente, y dijo que había pedido a tres altos funcionarios que lo representen: el secretario de Defensa, James Mattis, el jefe de Gabinete, John Kelly, y su asesor de seguridad nacional, John Bolton.