Estados Unidos recibió un pago de 100 millones de dólares de Arabia Saudí el martes, el mismo día en el que el secretario de Estado Mike Pompeo llegó a Riad para hablar sobre la desaparición del periodista Jamal Khashoggi.
Arabia Saudí ya había prometido públicamente el dinero, que se destinaría a apoyar las acciones de EEUU en el noreste de Siria, pero no se había establecido una fecha de pago.
El momento elegido para hacer efectiva la transferencia, relatado por The New York Times, ha generado dudas sobre un posible intento de soborno, ya que Riad trata de gestionar las acusaciones internacionales sobre el asesinato de Khashoggi. El Departamento de Estado de EEUU negó cualquier conexión entre el pago y las conversaciones de Pompeo con los funcionarios saudíes sobre el caso.
Pero ni siquiera Donald Trump puede esconder la privilegiada relación que EEUU mantiene con Arabia Saudí y así lo ha reconocido el presidente estadounidense este miércoles mientras se van conociendo más detalles sobre la desaparición de Khashoggi. "Son un aliado y un comprador tremendo, no solo de equipos militares, sino también de otras cosas".
Trump tiene por delante un reto complicado, liderar la ofensiva de presión internacional sin hacer mucho daño a Arabia Saudí. "Quiero saber qué sucedió, de quién es la culpa, y probablemente lo sabremos antes de que acabe esta semana", ha defendido con contundencia Trump ante las preguntas de la prensa. ¿Le está cubriendo las espaldas a Riad?
En declaraciones en el Despacho Oval, el presidente ha afirmado que quiere revisar las grabaciones de audio y vídeo relacionadas con el caso, "si existen".
Aunque la Casa Blanca se ha apresurado en enviar al secretario de Estado, Mike Pompeo, a Riad y Estambul para obtener el compromiso de una investigación "transparente y completa" a las autoridades saudíes, las críticas arrecian. Incluso entre los republicanos.
La voz más severa ha sido la del senador Marco Rubio. "Si Trump no hace nada, el Congreso lo hará", ha declarado en referencia a posibles sanciones si se termina por confirmar la implicación de Arabia Saudí en el crimen Khashoggi. Para el que fuera rival de Trump en las primarias, la "credibilidad moral" de EEUU está en juego y si se confirman las implicaciones de la monarquía saudí en el asesinato "valdría la pena" valorar romper relaciones con Riad.
Medios y analistas no se creen que las poderosas agencias de inteligencia de Estados Unidos no hayan tenido acceso ya a las presuntas grabaciones que revelarían las torturas que padeció el periodista saudí en el consulado.
"Necesitamos a Arabia Saudí"
A la cuestión de por qué no ha pedido al FBI que investigue el caso o ayude a Turquía en el caso, Trump contestó que Khashoggi "no era un ciudadano" estadounidense, aunque sí vivía en Washington.
Trump también aseguró, en una entrevista emitida este miércoles por la cadena televisiva Fox Business, que no quiere alejarse de Arabia Saudí, porque es un aliado demasiado importante.
"Necesitamos a Arabia Saudí en términos de nuestra lucha contra todo el terrorismo, y de todo lo que está pasando en Irán y en otros lugares", indicó.
"Espero que el rey (de Arabia Saudí, Salman) y el príncipe heredero (Mohamed Bin Salman) no supieran nada sobre ello. Ese es un factor muy importante para mí", agregó Trump, en referencia al posible asesinato de Khashoggi.