Jornada clave para el Partido Demócrata. Llega el Supermartes y la carrera para disputarle a Donald Trump la Casa Blanca sigue en el aire. Con Bernie Sanders liderando en número de delegados para lograr la candidatura y todas las encuestas sonriendo al aspirante más progresista, el partido llega de nuevo muy dividido a la cita en la que una decena de estados muestra sus preferencias por un candidato.
En esta megajornada electoral están en juego un 34% de los apoyos para lograr la nominación. La cifra mágica para ser oficialmente candidato del partido demócrata es 1.991 delegados (de un total de 3.979). Tras la renuncia de Pete Buttigieg y la resurrección de Joe Biden en las primarias de Carolina del Sur, todo apunta a que el Supermartes será un cara a cara entre el exvicepresidente de Obama y el veterano Sanders.
El Supermartes siempre ha sido una fecha crucial para consolidar o derrumbar campañas y para aportar claridad al rumbo de las primarias, pero este año ha cobrado todavía más peso por incluir entre los estados que votan a California, el territorio más poblado del país y de fuerte mayoría demócrata.
Junto a California, votarán otros estados importantes por su población y peso en las elecciones generales de noviembre como Texas, Colorado, Carolina del Norte y Virginia; además de Alabama, Arkansas, Maine, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y el territorio de la Samoa Estadounidense.
Sanders, favorito
Sanders parte como favorito en las encuestas en al menos ocho de esos estados, incluidos los grandes premios de California y Texas, además de en otros importantes del oeste como Colorado y Utah.
"Cuando lleguemos a Colorado, a California y a Texas, allí hay un montón de latinos, y a todos les encanta Bernie Sanders", afirmó este domingo un asesor del senador, Chuck Rocha, a la cadena CNN.
Las victorias que ha ido acumulando hasta ahora Sanders le han permitido incrementar exponencialmente la financiación de su campaña y el propio Biden ha reconocido que anda corto de dinero e infraestructura en los estados que votan este martes. "Después (del supermartes) nos moveremos a estados donde creo que podemos ganar, como Florida, Georgia y otros lugares" que también votan este mes, dijo Biden a la CNN.
El ex vicepresidente sí tiene opciones de ganar en al menos uno de los estados del sur que votan el supermartes, el de Alabama, adonde se desplazó este domingo para hacer campaña. Además, confían en que la renuncia de Buttigieg propicie un trasvase de votos que mejore sus perspectivas. En los estados de Carolina del Norte y Virginia, donde le pisa un poco más los talones al senador en las encuestas, Biden podría dar la sorpresa.
Bloomberg entra en campaña
El gran interrogante del Supermartes girará en torno a la entrada en juego del magnate Mike Bloomberg, que se sumó tarde a la contienda demócrata y decidió no competir en los cuatro primeros estados en votar, por lo que se estrena en las papeletas este 3 de marzo.
El exalcalde de Nueva York, una de las personas más ricas del mundo, ha inundado de anuncios las cadenas de televisión y se ha ofrecido a gastar hasta 1.000 millones de dólares de su fortuna para ganar en noviembre al presidente Donald Trump, incluso si finalmente no es él el candidato demócrata.
Pero sus rivales en las primarias le han acusado de querer "comprar" la candidatura y su pobre actuación en el primer debate en el que participó, sumada a la victoria de Biden en Carolina del Sur, pueden haber mermado sus posibilidades de emerger como la gran alternativa moderada a Sanders.
Las encuestas no anticipan una victoria clara de Bloomberg en ninguno de los estados del supermartes, aunque tiene opciones de imponerse en Arkansas; mientras que la senadora Amy Klobuchar es la favorita en el estado al que representa, Minnesota.
Más allá del Supermartes
Dado que los precandidatos deben obtener un mínimo del 15 % de los apoyos en cada estado para llevarse algún delegado (es decir, representantes de los votantes que les apoyarán en la convención demócrata), es posible que después del Supermartes alguno más de los seis aspirantes todavía en liza ponga fin a su campaña.
Precisamente, las pocas perspectivas de arañar delegados que tenía el exalcalde Pete Buttigieg contribuyeron a su decisión de poner fin a su campaña este domingo, un anuncio que llegó por sorpresa y que promete beneficiar el martes a Biden.
Hay, básicamente, dos escenarios posibles después del supermartes: o bien un ascenso imparable de Sanders hacia la candidatura demócrata si logra un triunfo decisivo ese día y logra mantener el impulso en las semanas siguientes, o bien un resultado más repartido entre el senador y el resto de precandidatos.
Esa segunda opción podría aumentar las opciones de que ninguno de los aspirantes logre la cifra mágica de 1.991 delegados que se necesitan para asegurarse la candidatura demócrata, y que se llegue a una "convención rota" en la que el candidato dependa de las luchas internas del partido.
La campaña de Biden confía en una tercera opción en la que él logre emerger como una alternativa contundente a Sanders, pero está por ver si logra el impulso suficiente.