El exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden ganó este martes las primarias demócratas en Florida, Illinois y Arizona, con lo que amplía su ventaja frente al izquierdista Bernie Sanders en una jornada electoral marcada por el coronavirus.
Pese a que los triunfos del que fuese vicepresidente de Barack Obama entre 2009 y 2017 le acercan a la cifra mágica de 1.991 delegados necesarios para ser elegido formalmente candidato demócrata, el aplazamiento de las primarias en numerosos estados impedirá que lo consiga pronto.
Los resultados
Los tres estados convocados a las urnas este martes repartían 441 delegados, siendo Florida el premio grande de la noche con 219.
Biden obtuvo ahí un 61,9 % de los votos imponiéndose en todos los condados del estado a Sanders, que apenas alcanzó el 22,8 %.
En Illinois, con 155 delegados en juego, el margen no fue tan amplio como en Florida, aunque igualmente claro: Biden obtuvo un 59,1 %, mientras que Sanders el 36,1 %.
Fue en Arizona, con 67 delegados en juego, donde Biden logró un menor porcentaje, un 42,8 %, por un 30,0 % de Sanders.
En total, Biden se llevó al menos 249 de los 441 delegados en juego, mientras que Sanders recibió 116. En total, el exvicepresidente suma al menos 1.147 por los 861 de Sanders.
Biden corteja a los sanderistas
El exvicepresidente celebró la que describió como una "muy buena noche", pero apeló a los votantes jóvenes, que están volcados en Sanders y cuyo apoyo será vital para derrotar a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
"Sanders y yo podemos diferir en la táctica, pero compartimos una visión común", dijo Biden, citando las causas que abandera el senador izquierdista como la salud, la desigualdad o el cambio climático.
Aparcando las críticas a su rival que ya no necesita, Biden dijo que "Sanders y sus seguidores han aportado una notable pasión y tenacidad a todos estos temas. Juntos, han cambiado la conversación fundamental en este país".
"Así que déjenme decirles, especialmente a los jóvenes votantes inspirados por el senador Sanders: Los oigo. Sé lo que está en juego. Sé lo que tenemos que hacer", aseguró.
Participación y coronavirus
Además de en Florida, Arizona e Illinois, en Ohio también estaban previstas para este martes las primarias, pero su gobernador, Mike DeWine, las suspendió en la víspera decretando una emergencia sanitaria por el coronavirus.
"No podemos decirle a la gente que se quede en casa por su propio interés y al mismo tiempo decirle a la gente que vote", dijo DeWine sobre unas primarias que quedaron aplazadas a junio.
Es difícil calcular el efecto adverso que haya podido tener el coronavirus en la participación este martes: mientras en Florida ha sido algo superior que en las anteriores primarias de 2016, en Illinois se ha hundido. En Arizona, por su lado, creció mucho el voto anticipado, que fue el mayoritario.
Dónde sí es tangible el efecto del COVID-19 es en el futuro de la contienda, dado que además de Ohio, Georgia, Luisiana, Maryland, Kentucky y Puerto Rico también han aplazado sus primarias.
De aquí hasta el 28 de abril solo siguen en agenda las primarias de Alaska, Hawai, Wyoming y Wisconsin, que entre todas reparten apenas 137 delegados. Asumiendo que no se aplacen también, ningún candidato podrá declararse ganador de las primarias hasta al menos finales de mayo.
Trump gana las primarias
Con las contiendas de esta noche, Trump se aseguró el mínimo de delegados (1.276) para convertirse en el candidato republicano en las elecciones de noviembre.
Trump, que no hacía frente a ningún opositor fuerte, ha ganado todos los delegados en juego hasta la fecha excepto uno, que se llevó el exgobernador de Massachusetts Bill Weld en los caucus de Iowa.
"El Partido Republicano está más unido y con más energía que nunca y es por el liderazgo de Trump", celebró el jefe de la campaña a la reelección del presidente, Brad Parscale.