Siete tiros disparados a quemarropa por la policía. Así murió Jacob Blake, otra víctima de la violencia policial y del racismo endémico de Estados Unidos. Las protestas por la muerte de George Floyd, asfixiado por un policía de Florida que se arrodilló en su cuello, todavía no se habían olvidado cuando una nueva muerte de un ciudadano negro a manos de la policía, sacó a la calle de nuevo el movimiento Black Lives Matter.
Las imágenes del tiroteo de Jacob Blake son igualmente impactantes. El hombre, de 29 años, camina por la parte delantera de un coche y dos agentes detrás de él, uno con un arma apuntándole continuamente. Cuando el hombre entra en el coche por el lado del conductor, uno de los policías le agarra por la camiseta y le dispara siete tiros a quemarropa. Dentro del coche estaban sus tres hijos. Fuera, su mujer se desespera y grita al presenciarlo todo.
Blake sufrió múltiples lesiones, una de ellas en la médula espinal que amenaza con dejarle paralizado de cintura para abajo. "Una bala atravesó parte o toda su médula espinal. Tiene agujeros en el estómago. Tuvieron que extirparle casi todo el colon y el intestino delgado", ha explicado Patrick Salvi, uno de los abogados de la familia. "Será un milagro si vuelve a caminar".
"Le dispararon a mi hijo siete veces.... siete veces... como si mi hijo no importara. Pero mi hijo importa. Es un ser humano y es importante", dijo con rabia el padre de la víctima.
Protestas en Wisconsin
Las protestas empezaron de inmediato y con tal magnitud que se cobraron este miércoles dos víctimas más, cuando un hombre blanco armado ha disparado a dos de los manifestantes. El hombre formaba parte de un grupo armado que vigilaba una gasolinera que, supuestamente, estaba siendo atacada por los manifestantes.
Las manifestaciones y los actos de violencia han llevado al gobernador Tony Evers a declarar el estado de emergencia a desplegar a 125 soldados adicionales de la Guardia Nacional de Wisconsin en Kenosha.
Después de que los manifestantes incendiaron automóviles y prendieron fuego a edificios el lunes por la noche, la familia de Blake ha hablado a la prensa para pedir la pacificación de las protestas y un cambio radical en la forma de actuación de las autoridades.
"Mientras conducía por esta ciudad, noté muchos destrozos. Esto no refleja a mi hijo ni a mi familia. Si Jacob supiera lo que estaba pasando en cuanto a la violencia y la destrucción, estaría muy disgustado”, dijo su madre, Julia Blake.
La hermana mayor de Jacob Blake, Letetra Widman, fue la más contundente: "No estoy triste, no lo siento, estoy enfadada y cansada. No he llorado una única vez, dejé de llorar hace años. Estoy harta, hemos estado viendo a la policía matar a personas negras durante años. Queremos un cambio, no compasión".
Aunque Blake todavía está luchando por su vida en el hospital, Widman se refirió a los asesinatos policiales de hombres y mujeres afroamericanos en los últimos años, y también se remonta más atrás en la historia. "Esto le ha estado pasando a mi familia por mucho tiempo, le pasó a Emmett Till. Emmett Till es mi familia", señaló, refiriéndose al niño de 14 años que fue secuestrado, torturado y asesinado por racistas en un linchamiento en Mississippi en 1955.
Investigación en curso
La policía de Kenosha solicitó a la División de Investigación Criminal de Wisconsin, parte del Departamento de Justicia del estado, que se haga cargo de la investigación del tiroteo.
El fiscal encargado del caso ha señalado que la investigación se encuentra en su fase preliminar: "Se nos pide que hagamos dos determinaciones. ¿algún agente en este caso cometió algún delito? Y dos, ¿hay algún delito que creemos que se cometió y que podamos probar más allá de una duda razonable? Si esas dos cosas se concluyen como un ‘sí’, entonces se presentarán cargos al final de ese proceso".
Los abogados de la familia piden que, además de que se haga justicia en este caso, se piense en una reforma profunda de las actuaciones de la policía en el país. "Si no tenemos una reforma del sistema, que es lo que en este momento Estados Unidos está pidiendo, entonces continuaremos viendo hashtag tras hashtag, protesta tras protesta y ciudades en llamas por todo el país", zanjó Ben Crump, uno de los abogados de la familia.