"Sin justicia no hay paz" fue el grito de guerra de miles de personas, que indignadas por los recientes episodios de violencia policial contra los afroamericanos se concentraron este viernes en la capital de EEUU para conmemorar el 57 aniversario de la Marcha sobre Washington, en la que el reverendo Martin Luther King Jr. pronunció el discurso "Tengo un sueño".
Gente de todas las edades y de distintas partes del país, pertrechados en muchos casos con camisetas y mascarillas -estas últimas para protegerse del coronavirus- con los mensajes "las vidas negras importan" y "no puedo respirar", inundaron la explanada frente al Monumento a Lincoln para rechazar el racismo.
Uno de ellos era Jared, jefe de recursos humanos de 42 años, que viajó para la ocasión desde Dallas (Texas).
"He decidido venir para participar en la marcha porque creo que no tengo otra opción como persona negra", dijo a Efe.
"La gente de color simplemente queremos ser vistos como seres humanos -agregó-, porque somos seres humanos y queremos ser tratados como tales, no es más que eso".
Emulando a Luther King
Junto a Jared había muchos manifestantes sentados escuchando los discursos de dirigentes y activistas de derechos civiles, que hablaban desde un atril situado junto al Monumento a Lincoln, cerca de donde Luther King Jr. dio su discurso.
Por allí fueron pasando familiares del propio Luther King Jr. y parientes de víctimas afroamericanas de la violencia policial.
Quizás el más contundente fue Jacob Blake, el padre del hombre de raza negra (con el mismo nombre que su progenitor), que se ha quedado parapléjico después de recibir siete disparos en la espalda el domingo pasado por parte de un policía blanco en Kenosha (Wisconsin).
"Hay dos sistemas de justicia en Estados Unidos: Hay un sistema blanco y hay un sistema negro. El sistema negro no lo está haciendo muy bien, pero vamos a levantarnos. Cada persona negra en Estados Unidos va a levantarse. Estamos cansados", apuntó Blake.
"¡Y no vamos a tolerarlo más ¡Pido a todo el mundo que se levante! ¡Sin justicia no hay paz!", exhortó el padre, cuyas palabras fueron coreadas por los asistentes.
Los libros de historia
Por la tribuna fueron desfilando también Philonise y Bridgett, hermanos de George Floyd, que falleció en mayo a manos de un policía blanco, que lo asfixió al presionar la rodilla 8 minutos y 46 segundos sobre su cuello en Mineápolis (Minesota); y Tamika Palmer, la madre de Breonna Taylor, muerta por ocho tiros en marzo cuando la policía de Louisville (Kentucky) llevó a cabo un allanamiento en su apartamento durante una investigación antinarcóticos, en la que no encontraron drogas.
"¿Quiero que ustedes, chicos, se pregunten ahora ¿Cómo quieren que los libros de historia les recuerden? ¿Cuál sería su legado? ¿Las generaciones futuras les recordarán por su complacencia, su inacción? ¿O les recordarán por su empatía, su liderazgo, su pasión por acabar con las injusticias y la maldad en nuestro mundo?", preguntó Bridgett Floyd.
Una de las estrellas de la jornada fue la nieta de 12 años de Luther King Jr., Yolanda Renee King, quien sorprendió por sus dotes oratorias y prometió que su generación acabará con el racismo: "Vamos a ser la generación que desmantelará el racismo sistémico, de una vez por todas", aseguró la menor, que apenas llegaba a la altura del atril.
"La igualdad genuina es por lo que estamos aquí hoy", señaló la niña, quien subrayó que su abuelo decía que no había que olvidar el movimiento de protesta.
"¡Papá King, no lo haremos", exclamó la nieta, hija del también activista de los derechos humanos Martin Luther King III, quien habló tras la alocución de Yolanda Renee y se definió como "un padre orgulloso".
De todo EEUU
En otro punto del Mall se encontraba Molley, una jubilada de 60 años de Pensilvania, quien se trasladó a Washington en uno de los dos autobuses fletados en su pueblo para llevar a los vecinos a participar en la marcha.
"He venido a la 57 conmemoración del discurso 'Tengo un sueño', porque las vidas negras importan, para luchar contra la injusticias contra la gente de color, especialmente los hombres y mujeres negras, a promover la dignidad y a pedir que sigamos juntos e involucrados para hacer cambios", detalló Molley a Efe.
En el Mall resonaba el eco del discurso de Luther King Jr. en 1963, pero su hijo, Martin Luther King III, pidió este viernes desde el estrado evitar "el sueño se convierta en una pesadilla permanente", dada la situación en el país.
"En el último año de su vida, él (su padre) escribió su último libro '¿A dónde vamos a partir de aquí al caos o a la comunidad?' Bien, hermanas, hermanos y queridos amigos, en este momento decisivo de la historia de nuestro país debemos responder a la pregunta del Dr. King, ¿Iremos al caos o a la comunidad? Creo que algunos han elegido el caos, incluido el actual ocupante de la Casa Blanca", opinó Luther King III.
"Pero creemos que podemos elegir la comunidad, porque si la elegimos podemos evitar ver el sueño convertido en una pesadilla permanente", dijo el activista.