La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado el segundo proceso de impeachment contra el presidente saliente, Donald Trump, tras el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero por parte de una turba de sus seguidores.

En la votación, diez republicanos han votado a favor del juicio político contra Trump, en una votación bipartita. Se trata de la primera vez que un número tan alto de miembros del partido en la oposición votan a favor de un 'impechament'.

Esta situación convierte a Trump en el primer presidente de EEUU que será sometido a un segundo 'impeachment'. La resolución de los Demócratas ha salido adelante con los votos a favor de 232 congresistas y los votos en contra de 197.

"Un peligro claro"

"Sabemos que el presidente de Estados Unidos incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos", sostuvo Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara Baja, en el debate previo a la votación.

Estados Unidos vive una tensión política sin precedentes recientes después del violento asalto al Capitolio de la pasada semana por una turba de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos.

El mandatario saliente criticó el nuevo juicio político en su contra como algo "absolutamente ridículo" y "una continuación de la mayor caza de brujas de la historia de la política".

Todo ello a menos de una semana de que se lleve a cabo la ceremonia formal de traspaso de poder, prevista para el 20 de enero, en la que el demócrata Joe Biden asumirá la Presidencia.

El proceso iniciado en la Cámara Baja obliga al Senado a someter a Trump a un juicio político que se desarrollará cuando el presidente electo, el demócrata Joe Biden, ya esté en el poder, y que por tanto no tendrá como principal objetivo la destitución del mandatario sino su posible inhabilitación para ejercer futuros cargos políticos.



Por otra parte, Trump rompió este pasado martes su silencio tras el asalto al Capitolio al calificar el nuevo juicio político como algo "absolutamente ridículo" y "una continuación de la mayor caza de brujas de la historia de la política".

Washington, blindado

Estados Unidos vive unos momentos de tensión política sin precedentes recientes antes de la toma de posesión de Biden.

Las autoridades han efectuado ya un enorme despliegue policial en Washington, con más de 10.000 efectivos, y levantando vallas en torno al Capitolio, en cuyas escalinatas se llevará a cabo la ceremonia de investidura, para evitar las escenas de la caótica jornada del pasado miércoles que dieron la vuelta al mundo.

La decisión, adoptada por el secretario del Ejército de Estados Unidos, Ryan McCarthy, se produce cuando el FBI advirtió sobre las protestas armadas que se están planificando en Washington en los días previos a la ceremonia de inauguración de la presidencia de Joe Biden, que se celebrará 20 de enero.

Trump condena el ataque

Trump aseguró poco después en una mensaje a la nación que condena "inequívocamente" la violencia de la semana pasada, cuando sus seguidores irrumpieron en el Capitolio en Washington, y llamó a calmar los ánimos y ayudar a promover la paz en el país.

"Hemos visto demasiados disturbios, demasiadas turbas, demasiados actos de intimidación y destrucción", afirmó Trump en su mensaje, en el que, sin embargo, no hizo alusión alguna a la votación en la Cámara de representante, que dio luz verde a la apertura del segundo juicio político en su contra.

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