Los vecinos de un suburbio ubicado en la ciudad estadounidense de Denver se vieron sorprendidos este sábado por una extraña lluvia de restos de avión. El aparato, que volaba con destino Honolulú, en Hawái, sufrió problemas con un motor y tuvo que regresar de emergencia a la capital del estado de Colorado.
La nave, un Boeing 777-200 operado por United Airlines, retornó al aeropuerto internacional de Denver y aterrizó de “forma segura, después de experimentar una falla en su motor derecho poco después de despegar", según indicó en un comunicado la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés).
Un portavoz del aeropuerto internacional de Denver dijo a la cadena estadounidense CNN que el aterrizaje se produjo hacia las 13.30 hora local (20.30 GMT). Las autoridades no informaron sobre heridos.
“La FAA está al tanto sobre informes de restos en las cercanías de la trayectoria de vuelo del avión", detalló la agencia. Además, señaló que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) estará a cargo de la investigación y de actualizar los informes sobre este hecho.
La Policía de Broomfield, una ciudad que forma parte del área metropolitana de Denver, publicó en su cuenta de Twitter que un avión estaba sobrevolando el área por problemas en el motor y que habían caído partes sobre varias zonas.
"No se informaron de heridos en este momento", agregó la Policía, que difundió fotos de restos de metal que terminaron sobre los jardines de varias viviendas y en un parque.
En una serie de mensajes, la Policía pidió también a los residentes que no tocaran o movieran los trozos que se desprendieron del avión e invitó a los residentes a que reportaran a las autoridades sobre las partes que encontraran en sus casas.
De momento, la aerolínea no se ha pronunciado y se desconoce el número de pasajeros y tripulantes que viajaban en la aeronave.