Dos meses después del asalto al Capitolio de Estados Unidos, donde cuatro personas murieron, la Cámara de Representantes del país vuelve a estar en alerta. Las autoridades han detectado conversaciones sospechosas online que podrían indicar la posibilidad de un nuevo asalto al edificio y se ha decidido suspender la sesión de este jueves.
Los trabajos y votaciones previstos se han adelantado a la última hora del miércoles para no poner en peligro a los congresistas ante los avisos de las autoridades de posibles altercados.
En un comunicado, la Polícia del Capitolio indicó que había obtenido información de Inteligencia que "muestra un posible complot de una milicia identificada para irrumpir el jueves, 4 de marzo, en el Capitolio".
"Ya hemos hecho actualizaciones de seguridad significativas que incluyen el establecimiento de una estructura física y un aumento del personal para garantizar la protección del Congreso, el público y de nuestros agentes de policía", dice la nota.
La Policía del Capitolio agregó que se toma esa información de Inteligencia muy seriamente y colabora con sus socios a nivel local, estatal y federal para detener cualquier amenaza contra la sede del Congreso del país.
La Cámara Baja debía debatir esta mañana un proyecto de reforma de la Policía, pero los demócratas que dominan el hemiciclo adelantaron a al miércoles por la noche esa votación, así como otra sobre el derecho a voto.
Estaba previsto que la Cámara Baja concluyera este jueves su trabajo de la semana, por lo que una vez que termine la sesión, los congresistas podrán abandonar Washington rumbo a sus estados.
Los demócratas no han querido poner en peligro a los legisladores, sus asesores y al personal del Congreso después de la alerta de la Policía del Capitolio sobre un posible nuevo asalto este jueves.
El Senado, por su parte, aún no se ha pronunciado sobre su actividad en el día de mañana, cuando estaba previsto que los legisladores debatiesen el rescate económico de 1,9 billones de dólares impulsado por la Casa Blanca.
Según la cadena televisión CNN, información proporcionada por el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional advierte de que ha aumentado el debate entre grupos extremistas, como la organización de ultraderecha "Three Percenters", sobre un posible plan de atacar el Capitolio este 4 de marzo.
Los seguidores del movimiento conspiratorio QAnon creen que el 4 de marzo el expresidente Donald Trump será investido de nuevo, basándose en que entre 1793 y en 1933 la investidura de los mandatarios cayó a menudo en torno a esa fecha.