La Casa Blanca consideró este martes que Rusia está en condiciones de lanzar un ataque contra Ucrania "en cualquier momento" y alertó de que la situación actual es "extremadamente peligrosa".
La portavoz del Gobierno de Estados Unidos, Jen Psaki, dijo en su rueda de prensa diaria que ante este panorama "ninguna opción esta fuera de la mesa" para su país, si Rusia decide invadir el territorio ucraniano.
Psaki aseguró que el Gobierno estadounidense dispone de información que indica que Moscú se está preparando para evacuar a las familias de su embajada en Ucrania y que lo lleva haciendo desde finales de diciembre.
El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, viaja este martes a Europa, donde visitará Kiev y Berlín en un periplo que culminará el viernes en Ginebra con una reunión con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para rebajar la tensión y continuar con la vía diplomática.
Jen Psaki subrayó que es decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, si resolver esta crisis con diplomacia o "sufrir consecuencias económicas severas".
A ese respecto, la portavoz señaló que el Gobierno estadounidense sigue pensando si mantener detenido el proceso de certificación del gasoducto Nord Stream 2, como ha hecho Alemania, ya que es una "pieza importante y creíble" para usar contra Rusia en este momento.
Pese a que el Gobierno de EEUU insiste en la vía diplomática con Rusia, el portavoz del Pentágono, John Kirby, afirmó este martes en una comparecencia ante los medios que Estados Unidos sigue observando una fuerte presencia militar rusa alrededor de la frontera oriental y septentrional de Ucrania.
"No hay ninguna indicación de que los rusos estén dispuestos a una desescalada (militar)", dijo Kirby.
Kirby repitió la advertencia de la Casa Blanca de que habrá consecuencias económicas para Moscú si interviene en Ucrania y agregó que Washington estaría dispuesto "de forma positiva" a responder a cualquier petición de la OTAN sobre capacidades, apoyo y recursos, en caso de una hipotética invasión rusa.