Estados Unidos sigue en el foco por el fácil acceso a las armas, que deriva en matanzas o accidentes en una proporción inconcebible en otras latitudes, como el ocurrido en las últimas horas en Florida. Un niño de 8 años "jugaba" con la pistola de su padre en la habitación de un hotel y ha terminado matando a una niña de un año y herido a otra de dos, ambas hijas de la novia de su progenitor.
Se encontraban en el Lion's Motel de Pensacola. El adulto dejó el arma enfundada en el armario de la habitación y salió un momento. Su hijo la cogió y "empezó a jugar con ella", ha informado el sheriff del condado de Escambia, Chip Simmons, llegando a apretar el gatillo.
[El alegato de Matthew McConaughey en la Casa Blanca por el control de armas: "Estamos hartos"]
El padre, Roderick Dwayne Randall, de 45 años, fue detenido tras los hechos con cargos de negligencia posesión de un arma de fuego almacenada a poca distancia de un menor con resultado de lesiones y manipulación de pruebas. Las autoridades han informado de que ya ha sido puesto en libertad tras abonar una fianza de 41.000 dólares.
126 casos con niños en 2022
Según la organización Everytown for Gun Safety, la más grande por la prevención de la violencia armada en Estados Unidos, solo en 2022 se han producido al menos 126 tiroteos no intencionados por parte de niños en el país, con resultado de 55 muertos y 78 heridos.
El país sigue conmocionado por tiroteos como el de Uvalde, en Texas. Salvador Ramos, de 18 años, irrumpió en una escuela armado con una pistola y un rifle y mató a 19 niños y a dos profesoras.
[Quién está detrás del lobby de las armas en EEUU, cuánto dinero gana y por qué es tan poderoso]
Precisamente en Florida, un adolescente de 14 años acaba de ser acusado en un tribunal de la ciudad de Cape Coral por el robo con su hermano de 11 años de 22 pistolas en una armería de esta población.