"Recibió 90 disparos": la policía de Ohio mata a un joven negro que huía desarmado

Nuevo escándalo en Estados Unidos a cuenta de la brutalidad policial, uno más que rememora la muerte de George Floyd a manos del agente Derek Chauvin. Ha ocurrido en Akron, Ohio. Jayland Walker, así se llama el fallecido, huía perseguido por infracciones de tráfico no especificadas. Recibió hasta 90 disparos, según el abogado de la familia. 

Como ocurrió con Floyd, en Mineápolis en 2020, las imágenes han terminado por ver la luz. Fueron captadas por la cámara adherida al uniforme de uno de los oficiales y que la familia de Walker empleará en su defensa. Su letrado, Bobby DiCello, ha llamado a la comunidad a no responder a la violencia con más violencia, previendo que el vídeo derive en encendidas protestas.

[George Floyd y la condena de Dereck Chauvin: ¿el fin de la impunidad de la policía en EEUU?]

El jefe de policía, Steve Mylett, ha explicado que sus hombres trataron de detener el coche de Walker por infracciones de tráfico no especificadas, pero que un aparente disparo desde el interior convirtió el caso en "un problema de seguridad pública".

Un arma en el vehículo

Walker, de 25 años, abandonó el vehículo y se puso a correr entre una lluvia de balas. Los autores del tiroteo y su departamento aseguran que el joven representaba una "amenaza mortal". Las imágenes no prueban disparo alguno de Walker (la policía se ampara en un fogonazo) y sí que cuando cayó ni miraba ni mucho menos apuntaba a la autoridad. Estaba corriendo. 

"Estamos obteniendo información que apunta a que tiene entre 60 y 80 heridas", ha concretado DiCello. Un estudio preliminar forense concluye que Walker tiene múltiples daños en la cabeza, el torso y las piernas.

La oficina de investigación criminal de Ohio dice haber recuperado un arma del coche de Walker. Esto demostraría que Walker iba armado, pero no en el momento en el que fue acribillado.

Ocho agentes involucrados en el tiroteo han sido expedientados y suspendidos de empleo y sueldo hasta que se esclarezcan los hechos. 

El fiscal general de Ohio, Dave Yost, se ha comprometido a una "investigación completa, justa y experta", pero advierte de que "las imágenes de la cámara corporal son solo una parte de lo ocurrido", por lo que pide no sacar conclusiones solo a partir de ese material.