El expresidente estadounidense Donald Trump ha pedido al FBI que devuelva los documentos incautados durante la redada en la mansión de Mar-a-Lago, alegando que los agentes se llevaron material confidencial y protegido por las relaciones abogado-cliente.
"Me acabo de enterar de que el FBI, ahora famoso por el registro en Mar-a-Lago, se llevó cajas de material con el privilegio abogado-cliente y también otro material ejecutivo, que son conscientes de que no deberían haberse llevado", ha dicho Trump en la red Truth Social.
Por este motivo, ha pedido "respetuosamente" la devolución "inmediata" de estos documentos, un día después de que la cadena Fox News, afín a Trump, ya denunciase el sábado que entre la documentación incautada habría papeles supuestamente protegidos, informa The Hill.
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El FBI se llevó once lotes de documentos clasificados durante el registro de hace una pasada en la mansión que Trump tiene en Florida, en virtud de una orden que facultaba a los agentes para incautarse supuestamente clasificados. El exmandatario alega que él mismo desclasificó los documentos sospechosos.
"Tremenda ira"
Asimismo, el expresidente republicano dijo entender la "tremenda ira" que hay en el país por las "cazas de brujas" que se están produciendo, entre las que incluyó el registro a su residencia de Florida. "El país está en una posición muy peligrosa, hay una ira tremenda, como no he visto antes, por todas las estafas". "Tras este año de estafas y cazas de brujas, ahora esto", dijo Trump a Fox News en una ambigua entrevista.
Trump explicó que sus representantes legales se pusieron en contacto con el Departamento de Justicia para ofrecer ayuda y que su equipo "todavía no ha tenido noticias" del Departamento sobre si la aceptarán.
"Si hay algo que podamos hacer para ayudar, mi gente y yo ciertamente estaríamos dispuestos a hacerlo", dijo esta ambigua entrevista en la que pese a pedir calma advirtió de que el pueblo estadounidense "no va a tolerar otra estafa".
Publicada el viernes, la orden de registro a Mar-a-lago del lunes pasado revela que el exmandatario se llevó material clasificado a casa, por lo que podría haber vulnerado la Ley de Espionaje, además de haber obstruido el trabajo de la Justicia.
A Trump se le investiga por la posible comisión de tres crímenes: violación de la Ley de Espionaje, obstrucción de la Justicia y destrucción de documentos, que, en caso de condena, podrían conllevar desde multas hasta penas de prisión e inhabilitarle para ocupar cargos políticos.
Por su parte, el inventario muestra que entre la documentación requisada figuran veintiséis cajas etiquetadas cada una con un número, así como varias carpetas de documentos y fotos con las etiquetas de "alto secreto" o "confidencial".
Desde que se conoció públicamente la redada, Donald Trump se ha dedicado a publicar a través de Truth, su propia red social, mensajes incendiarios sobre lo que considera una persecución política, un "abuso" y un "ataque a la democracia".
Estos mensajes podrían tener relación con el aumento de los ataques contra las fuerzas de seguridad producidos en los últimos días, según ha señalado el propio FBI.
La investigación abierta sobre el expresidente de Estados Unidos ha polarizado todavía más la política estadounidense, cuando faltan menos de tres meses para unas elecciones de medio mandato que serán clave.