Steve Bannon no ha podido evitar la fotografía que temía. El exasesor jefe de la Casa Blanca durante el mandato de Donald Trump y estratega de referencia de la extrema derecha fue esposado este jueves tras entregarse en la oficina del fiscal del distrito de Manhattan. Está acusado de delitos de lavado de dinero, conspiración y fraude en su recaudación de fondos para constuir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
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La acusación formal implica a Bannon en dos delitos graves de lavado de dinero, dos cargos de conspiración y un delito grave de intriga para defraudar en relación con su trabajo en 'We Build The Wall' ('Construimos el muro'), una operación de recaudación de fondos para ayudar a cumplir la promesa 'estrella' de Trump a su llegada al poder en 2017.
Pero no se trataría de Bannon si en torno a lo ocurrido en las dependencias judiciales no hubiera generado revuelo ni lanzado acusaciones. Lo ha hecho contra el alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, y ha lamentado que se "persiga a la gente que trata de detener en la frontera" a quien trata de ingresar en el país de forma irregular. Por decontado, Bannon se declara inocente de todos los cargos.
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En febrero de 2021, la fiscalía de Nueva York comenzó una investigación contra el controvertido asesor por un supuesto fraude a donantes para el muro fronterizo con México, después de haber sido indultado por Trump horas antes de dejar la Casa Blanca. Pero este perdón de Trump se aplica a posibles crímenes federales, no a estatales, por lo que Bannon podría ser imputado por este caso.
El pasado mes de julio, Bannon fue declarado culpable de desacato al Congreso, por lo que podría ser condenado hasta a un año de prisión y a una multa de hasta 200.000 dólares.