Semanas después de las elecciones de 2020, que Donald Trump perdió para Joe Biden, algunos colaboradores del entonces ya expresidente de Estados Unidos han manipulado equipos de votación sensibles en un condado rural de Georgia. Las imágenes se pueden ver en vídeos de las cámaras de seguridad recientemente desvelados y plantean nuevas preguntas sobre la posibilidad de que los colaboradores de Trump en varios estados indecisos hayan intentado obtener acceso y copiar software electoral sensible, con la ayuda de funcionarios locales afines.
Las imágenes fueron desveladas por The New York Times, que informa de que el grupo incluía miembros de una firma con sede en Atlanta llamada SullivanStrickler, que había sido contratada por Sidney Powell, una de los abogados que asesoran a Trump y un defensor de la teoría de la conspiración de Trump sobre el presunto fraude electoral del que jamás presentó pruebas.
"Estamos en camino al condado de Coffee, Georgia, para recolectar lo que podamos de las máquinas y sistemas de votación", escribió uno de los ejecutivos de la compañía, Paul Maggio, a Powell esa mañana de enero. Semanas más tarde, Scott Hall, un funcionario afín a Trump en el área de Atlanta dijo que "escaneamos cada maldita papeleta" en una conversación telefónica grabada. Según Hall, el equipo contó con la bendición de la junta electoral local y "escaneó todo el equipo, consiguió imágenes de todos los discos duros y escaneó cada papeleta".
Según la denuncia que ha presentado una ONG a los tribunales, se sospecha que se haya podido comprometer la "información de identificación personal" de aproximadamente siete millones de votantes de Georgia.
En las nuevas imágenes también aparece Cathy Latham, entonces jefa del Partido Republicano del condado de Coffee, con miembros del equipo de Trump. Latham se encuentra entre los objetivos de una investigación criminal en Atlanta, relacionada con su participación en un intento de anular la derrota de Trump en Georgia. El abogado de Latham no quiso prestar declaraciones, pero ya este mes le había dicho a la CNN que su cliente "no había estado involucrado en ninguna irregularidad en ninguna elección".
Georgia no es el único estado bajo sospecha. En Michigan, un fiscal especial está investigando los esfuerzos de los afines a Trump, incluido el candidato republicano a fiscal general, Matthew DePerno, para obtener acceso a las máquinas de votación. Y en Colorado, la oficina del secretario de estado desveló que hubo que gastar cerca de 1 millón de dólares para reemplazar el equipo de votación en el condado después de que una supervisora electoral partidaria de Trump fuera acusada de manipular el equipo de votación.