El 24 de mayo, Salvador Ramos, un joven de 18 años, irrumpió en la escuela primaria Robb en Uvalde (Texas) armado con un rifle militar, con el que mató a 19 niños y dos profesoras. Lo hizo sin oposición. La policía tardó 77 minutos en abatir al asesino. Este viernes, CNN revela el audio del agente de mayor rango ordenando a su equipo esperar cuando ya había transcurrido más de una hora desde el inicio del tiroteo.
[77 minutos de horror: todos los errores policiales que permitieron la matanza de Uvalde]
Se trata de Joel Betancourt, capitán del Departamento de Seguridad Pública de Texas. En la grabación, Betancourt pide a sus subalternos que no intervengan, pensando que otro equipo más preparado estaba ya en camino. La investigación apunta a una grave negligencia y ha dado lugar a varios despidos y a la suspensión de todos los guardias de la escuela. Los padres se preguntan cuántas vidas pudieron haberse salvado.
El jefe de la Policía Escolar de Uvalde, Pete Arredondo, fue destituido en agosto. Otra de las agentes que se ha quedado sin empleo es Crimson Elizondo. Su cámara corporal la captó diciendo -así lo publicó también CNN- "si mi hijo hubiera estado allí, yo no habría estado afuera". Todos iban provistos de pistolas, rifles y chalecos antibalas, pero incomprensiblemente no entraban al colegio.
"¿Por qué los dejan morir?"
Hay de hecho escenas impactantes de aquellos minutos, con agentes a las puertas del centro junto a padres rogando que interviniesen, sin éxito. Era el último día de clase y había actos de entrega de orlas y premios académicos. La normativa escolar establece que todas las puertas deben estar cerradas, pero aquél día, justifican, no era así para permitir entrar a familiares y allegados de los alumnos.
Es por esto que en torno a la escuela había decenas de seres queridos mientras Ramos disparaba indiscriminadamente, y mientras nadie hacía nada por evitarlo. Los vídeos compartidos por éstos en redes sociales mostraban una situación caótica e incomprensible. En uno de ellos, una mujer increpa a un agente: "¿Por qué dejan morir a los niños? Hay disparos allí".
El tiroteo reavivó el debate en torno al control de armas. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acudió a la escuela días más tarde y se comprometió a "hacer algo" para tratar de evitar que volviera a ocurrir algo así. Biden visitó las 21 cruces instaladas en el exterior y asistió a una misa por las víctimas. Ya en privado, se reunió cerca de tres horas con los familiares. A día de hoy no ha cambiado nada.